miércoles, 23 de abril de 2014

La Importancia de la Mano de Obra Huarpe en la Encomienda en el Chile de la Segunda Mitad del Siglo XVI

En 1541 con la fundación de Santiago comienza la política fundacional de Pedro de Valdivia, que luego sería continuada por García Hurtado de Mendoza, con el fin de conquistar territorios, a este proceso conquistador se suma la pobreza y la escasez de minerales de valor y la escasa presencia de mano de obra nativa para trabajar, debido al despoblamiento al norte de Santiago producto de la resistencia diaguita al Imperio Inca, esto hizo que se contara con territorio, pero no con las encomiendas para trabajarlo.
Según Michieli, Valdivia vislumbró la solución al problema de la ausencia de mano de obra indígena dócil en las noticias que al parecer tuvo de la existencia de indios agricultores no belicosos del lado oriental de la cordillera y dentro del territorio otorgado al reino de Chile. (1994) Por lo que el gobernador, Pedro de Valdivia, ante la necesidad de contener la rebeldía de los mapuche y de conquistar nuevas tierras, envía en 1549 al “capitán don Francisco de Villagra, quien partió del puerto de Valparaíso con destino a Lima y regresó con los refuerzos volcándose por la vertiente oriental de la cordillera de Los Andes según expresa indicación del gobernador, para que al mismo tiempo recorriera y observara la región que luego sería Cuyo e incluso que poblara y repartiera los indígenas a fin de que pudieran ser llevados a servir a Chile”. (Michieli, 1994)
"...y a mi teniente general [Francisco de Villagra] envío al Perú a que traiga gente y con ella vaya a poblar este verano otro pueblo tras la cordillera de la nieve, en el paraje del de La Serena, que hay dispusición y naturales para que el uno al otro se favorezcan..." (VALDIVIA, Carta al Emperador Carlos V fechada en Santiago el 9-7-1549 citada por Michieli, 1994).
“La particular situación de falta de mano de obra indígena dócil en Chile para la explotación de tierras y minas y para el trabajo en general de sustento y adelantamiento de las instalaciones coloniales, motivó la necesidad imperiosa de búsqueda de esta mano de obra en zonas cercanas que también pertenecían a la Capitanía General. De allí que el reconocimiento y conquista de la zona cuyana tuvieran como causa inmediata la búsqueda de esta mano de obra indígena y la forma de la posterior concreción de la instalación colonial, la colocación de las bases legales para la utilización de la misma en Chile”. (Michieli, 1994)

EL CRUCE DE LA CORDILLERA, ENCUENTRO CON LOS HUARPES

El primer español que paso por la región de Cuyo fue Francisco de Villagra en 1551, pero el asentamiento estable se inició con la fundación de la ciudad de Mendoza diez años más tarde en 1561, sin embargo de igual forma se usufructúa de la mano de obra huarpe, según Cueto la ocupación es un hecho jurídico e institucional más que real y efectivo, ya que la presencia es esporádica y tiene por móvil a la sujeción del nativo como mano de obra mediante su afectación al sistema de encomienda.
Al recibir las noticias de Villagra, Valdivia ordena la fundación de ciudades en el lado oriental, tal labor se la encarga a Francisco de Riberos, quien se aboco a la tarea de reunir dinero y hombres para la expedición, el éxito logrado fue considerable, pero ante el peligro de dejar despobladas las ciudades recién fundadas en Chile, Valdivia suspende la expedición. Esto sumado a los intereses de los capitulares de Santiago y La Serena quienes querían seguir manejando con libertad el sistema de las encomiendas, hizo que se detuviera la ocupación y la fundación de ciudades.
Entre los años 1551 a 1561 se iniciaron las encomiendas, en ese primer período, los encomenderos residían en Chile y los indígenas eran obligados a acudir a servirlos allí, para ser utilizados como esclavos en las minas, no se produjo un enfrentamiento con los huarpes, pero si un dominio mediante la encomienda
El ingreso de Cuyo y la anexión de estas nuevas tierras a la jurisdicción de Chile, sobretodo de la mano de obra huarpe, soluciona la necesidad de mano de obra nativa.
Los encomenderos se negaban a la fundación de ciudades en Cuyo, ya que según la legislación vigente, ellos se debían trasladar junto a sus encomiendas, siendo para ellos más conveniente la “encomienda de ausentes”, las cuales consistían en llevar a los indígenas lejos de su lugar de origen para cumplir labores en otras ciudades.
La escaza mano de obra de Chile, debido al carácter belicoso de los mapuche, la escaza población nativa y la falta de esclavos negros, es reemplazada por las encomiendas de Cuyo.
Hasta la década de 1580, el destino de los huarpes encomendados eran las minas de Chile y desde 1580 en adelante, las unidades agrarias chilenas que producían fundamentalmente trigo para el mercado limeño.
Como consecuencia de la encomienda, los indígenas huarpes fueron disminuyendo, esto según Cueto debido a la docilidad y pacificidad del huarpe, la necesidad de mano de obra en Chile y el carácter de conquistador del español. Producto de la misma encomienda, los repetidos viajes del nativo fuera de su medio generan desarraigo, la perdida de vínculos y la transculturización.
Una vez fundadas en 1562, las provincias de Cuyo dependerían de la Capitanía de Chile, razón por la cual los traslados de indios en encomienda continuaron. Normalmente se llevaban a los hombres; las mujeres con sus hijos quedaban abandonadas o bien los seguían, y perecían en el camino. Muchos huarpes, atemorizados por esta práctica, se escondían en parajes apartados, donde también terminaban muriendo por falta de sustento y generalmente por congelamiento cuando intentaban huir a través de la cordillera.
Un censo de indios de 1679 indica que en poco más de cien años, la población huarpe de San Juan había pasado de varios miles a unas pocas centenas. Contribuyeron también a la extinción algunas sublevaciones contra los españoles, a pesar de la naturaleza pacífica de estos pueblos.

EL PUEBLO HUARPE

La palabra Huarpe, se traduce como los "descendientes directos de la divinidad". Estos se ubicaron en la llamada Tucuma o Caría sobre el río San Juan y los alrededores, en los valles de Huentota.
Los Huarpes habitaron lo que hoy se denomina región de Cuyo, señala hasta la actualidad una región argentina formada por las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. Estas constituyeron en el pasado la "provincia de Cuyo del reino de Chile", es decir la parte de la antigua Capitanía General de Chile que quedaba al este de la Cordillera de Los Andes, hasta que en 1776 pasó a integrar el Virreinato del Río de La Plata.
Los restos arqueológicos y las crónicas, especialmente de religiosos españoles, indican que los huarpes eran delgados y altos. Los hombres tenían una estatura media  de 1,70 metros y las mujeres de 1,60.  Tenían el cráneo alargado, la piel oscura y abundante vello, además de un cabello lacio y renegrido, que usaban largo y suelto. Los hombres se rasuraban la barba. Las crónicas de la época así como los estudios posteriores coinciden en que los huarpes eran pacíficos, no usaban armas ni guerreaban con otros pueblos. Tenían fama de excelentes rastreadores. Entre sus ideas morales, los historiadores destacan la fuerte condena de este pueblo al engaño y la mentira”. Vivían en grupos pequeños, dirigidos por un cacique, que era el propietario de la tierra. El cacique o amta era el encargado de la organización y protección del grupo. La sucesión del poder era hereditaria, hacia el primogénito varón.  Había también una jerarquía de jefes políticos, religiosos e inclusive princesas de sangre o ñustas La base de la organización social era la familia. Los huarpes le daban mucha importancia a los lazos de parentesco. Algunos grupos de esta cultura, originariamente cazadora-recolectora, incorporaron con el tiempo la agricultura y la ganadería. Los grupos se ubicaban en tierras regadas por redes de canales y acequias que ellos mismos construían para garantizaban el riego del maíz, la quinoa, el poroto, la calabaza y el mate. El maíz o choclo fue entonces fundamental en su dieta; lo comían asado o cocido y también lo secaban al sol para obtener chuchoca que consumían molida. Criaban llamas y guanacos para alimentación y transporte. (Fundación Bataller, 2010)
Los huarpes se vieron sometidos por los Incas alrededor del año 1480, como parte de la política expansionista incaica, llegaron a la actual región de Cuyo y ocuparon hasta el río Diamante (hoy Mendoza) y en San Juan ocuparon la zona de la Cordillera hasta la Precordillera.
Con la llegada del español, se hablaba de que en ese entonces había en el país de Cuyo entre 20 y 30 mil naturales. Un siglo después este pueblo ya estaba en camino a su desaparición.
Una gran proporción de la población huarpe fue llevada a trabajar a las minas de Chile. El traslado de los indígenas de Cuyo había comenzado en 1551 cuando Francisco de Villagra descubrió esta región.


CONCLUSION

Cuando Valdivia llego a Chile, no tenían mano de obra, producto de la rebelión constante de los indígenas del sur. En sus cartas Pedro de Valdivia indica que si no se encontraban indios acostumbrados a servir del otro lado de los Andes (en Cuyo), para llevarse como mano de obra a Chile, las ciudades de Santiago y La Serena iban a despoblarse. Por lo tanto los españoles fundaron San Juan y Mendoza, y se llevaron a los indios a trabajar a Chile. Las poblaciones y las fundaciones de las ciudades fueron exclusivamente para ampararse bajo la legalidad y así  conseguir fuerza de trabajo para Chile.
Por lo tanto y bajo los antecedentes anteriormente expuestos, las encomiendas huarpes traídas desde Cuyo resultaron de vital importancia para la economía de Chile en el siglo XVI, ya que gracias a esta mano de obra se pudo explotar los yacimientos mineros y posteriormente cultivar la agricultura, que no habría sido posible con la escaza mano de obra indígena presente en Chile en esa época.
Las consecuencias del sometimiento huarpe al sistema de encomiendas dejo como gran consecuencia, la disminución de su número y la posterior eliminación y mestizaje de los indígenas restantes, “para explicar la desaparición de los huarpes postulando que la misma se habría producido debido a una progresiva aculturación y mestización, que los habría transformado finalmente en “criollos”. Sin embargo, estos argumentos tienen dificultades para demostrar la desaparición de los huarpes, ya que dependen de interpretaciones muy difíciles de precisar sobre los umbrales étnicos y raciales que determinarían específicamente la “pérdida” de identidad. Más allá de la imposibilidad de establecer un peso demográfico masivo europeo en los primeros siglos de la conquista, el argumento de mestizaje racial “blanqueador” sugiere la biológicamente discutible preponderancia de la sangre europea en la medida en que se asume como única ascendencia significativa de la población regional. En el segundo caso, en una matriz claramente evolucionista y esencialista, se afirma que la cultura indígena (imaginada como estática) fue “aculturada” a favor de la cultura española, cuyos cambios no son vistos como una pérdida de sustancia. (Escolar, 2007)

REFERENCIAS

·         CUETO, Adolfo Omar. Ocupación y Fundación de Ciudades en el Chile Oriental. Cuyo en los Tiempos Iníciales.
·         ESCOLAR, Diego. (2007) Los Dones Étnicos de la Nación: Identidades Huarpe y Modos de Producción de Soberanía en Argentina. Prometeo Libros. Buenos Aires
·         GARAVAGLIA, FERNANDEZ, Juan Carlos y Juan Marchena. (2005) América Latina de los Orígenes a la Independencia. Editorial Crítica. Barcelona
·         MICHIELI, María Teresa. (1994) Antigua Historia de Cuyo. Ansilta Editora. San Juan.

Documentos Electrónicos

·         FUNDACION BATALLER, PERTENECIENTE A LA INSTITUCION SIN FINES DE LUCRO PARA LA PRESERVACION DE SAN JUAN. Los Huarpes consultado el día 2 de noviembre de 2010. http://www.fundacionbataller.com.ar/enciclopedia_visual/paginas/huarpes.php

No hay comentarios.: