sábado, 31 de marzo de 2007

La Melancolía de Suzumiya Haruhi

La melancolía de Suzumiya Haruhi trata de la vida de una fan de los fenómenos paranormales llamada Haruhi Suzumiya y de aquellos que quedan atrapados en sus locuras. Aunque Haruhi es el personaje principal, la historia es contada desde el punto de vista de Kyon, uno de sus compañeros de clase.
Kyon es un estudiante de primer año de preparatoria que en el primer día de clases elige hablar con Haruhi Suzumiya, al hacerlo inintencionadamente desata una cadena de eventos que lo llevan a situaciones diferentes al mundo real del que se había convencido era parte.
Buscando un grupo que le interese, Haruhi se une y a la vez renuncia a todos los clubs de la escuela. Kyon hace una observación maliciosa de sus acciones y accidentalmente le da a Haruhi la inspiración de crear un club. Para empezar su club Haruhi recluta a la fuerza a Kyon, quien sólo se queda en el club para proteger a otras víctimas indefensas de los "arrestos voluntarios" de Haruhi. Sin embargo, conforme la historia va progresando es revelado que cada una de estas supuestas "víctimas indefensas" tiene una razón para estar allí.
Así nace la Brigada SOS, con el objetivo de traer emoción a este mundo tan aburrido. De hecho SOS es un acrónimo de “La brigada de Suzumiya Haruhi para animar al mundo”. El club se compone de 5 miembros: Haruhi, Kyon, la estudiosa Nagato Yuki, la encantadora Asahina Mikuru y el misterioso estudiante de intercambio Koizumi Itsuki.
La serie de Suzumiya Haruhi es una colección de novelas light Japonesas escritas por Nagaru Tanigawa e Ilustradas por Noizi Ito, en las cuales se baso el anime, que vio la luz el 2 de Abril del 2006.
Como final, sólo decir que Suzumiya Haruhi no Yuuutsu ha sido catalogada como uno de las mejores animes del 2006. La calidad de la animación es excelente ya que presta una gran atención al detalle, la voz de Kyon esta muy bien caracterizada y tanto el opening y ending gozan de una gran calidad, sobre todo el ending.
P.D.: El orden de los capítulos es confuso. Por alguna razón los creadores de la serie han decidido emitir los capítulos intercalados. El primer capítulo NO es representativo de la serie, véanlo entero.

sábado, 17 de marzo de 2007

Fanáticos chilenos del "animé" se transforman en casta


Tienen entre 15 y 35 años, se comunican a través de internet y organizan singulares veladas para mirar series... o disfrazarse de dibujo animado.
Se conocen entre ellos, son los "otakus".
Ya hay programas de TV y radio dedicados a exhibir programas, música y actividades inspiradas en el animé.
Esta es la historia de un "otaku", que se preparó para ir a un "cosplay", pero al final decidió mejor quedarse haciendo un "manga".
Si la frase anterior le pareció "chino", no se equivoque. En realidad son alusiones la cultura japonesa que hoy comprenden y usan un creciente número de niños y jóvenes chilenos.
La frase significa: "Esta es la historia de un fanático de los dibujos animados japoneses, que se preparó para ir a una fiesta de disfraces, pero al final decidió mejor dibujar un cómic".
Es la influencia "animé" (animación de dibujos japonesa) que acaba de tener un sonado impulso con el estreno de la película chilena "Kiltro". Una historia de amor que se desarrolla en un ambiente de artes marciales, donde la jovencita cultiva un look de caricatura, con maquillaje especial, chapes y blusa estilo marinero (a lo Sailor Moon, si le suena).
Lo que podría parecer sólo una licencia dramática del director, tiene un antecedente directo en la vida real. En Chile hay muchos jóvenes (de 15 a 35 o 40 años, dicen ellos mismos) que disfrutan con todo lo relacionado con la cultura japonesa. Se dan el trabajo de comprar series importadas, traducirlas, aprender a dibujar los característicos monos, cantar en el intrincado idioma y hasta disfrazarse como sus personajes favoritos. 

Director de "Kiltro" habla de un gusto generacional

La historia de los monitos japoneses en Chile podría remontarse a la época de Heidi, la niñita de vestido rojo que correteaba con su abuelo por los Alpes suizos. Pero el primer boom de los realmente "animé" fue en los '80, con algunas series de robots. Luego, a mediados de los '90, tomaron nuevo aliento con series como Los Caballeros del Zodíaco y Dragon Ball Z, que las técnicas de mercadeo convirtieron en álbumes de láminas coleccionables.
Ernesto Díaz, director de Kiltro, señala que le atrae esta temática por "un tema generacional. A principios de los '80, cuando tenía 3 o 4 años daban en Pipiripao mucha animación japonesa - El Grand Prix, El show de los robots, Candy, Tony Bronson- y de ahí me viene el gusto. En cambio, creo que el boom que se ve en las nuevas generaciones está muy relacionado con internet".
- ¿Por qué atraen tanto estos monos japoneses?
- Las temáticas que trabaja el animé llegan mucho más. Y tiene una estética muy placentera, son muy poderosos los colores, la perfección de los dibujos. Es un arte que está directamente relacionado con la cultura pop, de gusto de todos.

Conductora de "Invasión": "No les gusta la masividad"

Nadie puede saber exactamente cuántos "otakus" o fanáticos del animé hay en Chile, pero está claro que tienen presencia en las más diversas ciudades del país, se comunican mucho por internet, suelen tener actividades en centros culturales comunales y han sido escuchados por los medios de comunicación. En el cine arte Alameda hay películas de animación japonesa cada sábado, el Canal etc.TV tiene los derechos de cerca de 15 series; en Chilevisión cada día se emite el programa "Invasión" y en radio Hit, "Resident Hit", que tienen como temática central el animé.
Isabel Fernández,(19) conduce junto a Matías Vega "Invasión", cuyo público objetivo son los niños de 4 a 7 años. Para ellos presentan varias series envasadas japonesas y con sus noteros suelen asistir a los "Expo animé", colsplay (concursos de disfraces) y presentaciones de bandas nacionales con covers de grupos japoneses.
Obviamente los más pequeños no suelen ser otakus, pero muchos se transforman a medida que pasan los años. La animadora señala que "Hay un cierto público muy fanático. Son muy celosos con su música y las series animadas. No les gusta que sean conocidas masivamente e incluso les disgusta si uno menciona mal un nombre. Son muy aficionados a coleccionar todo tipo de cosas de las series, como chapitas, poleras, posters y figuras".
En este programa nació el dúo Kokeshi, que a estas alturas tiene un CD (por supuesto con covers de series animé) y presentaciones hasta en la sala SCD. Lo forman Shuy, de padres taiwaneses, y Paloma. Cantan en japonés y se visten y maquillan en esa onda. Son uno de muchos grupos en la misma línea.

Claudio PSX: "Una persona grande busca temáticas de trasfondo"

Resident Hit lleva más de tres años al aire, ha cambiado varias veces de día y hora de emisión, para quedar finalmente a partir de mayo con emisiones de lunes a jueves cerca de la medianoche y los domingos en la tarde.
Su conductor, Claudio PSX (29), señala que el nuevo horario "es una muestra de lo que está pasando. El público ha ido creciendo con nosotros y los que estaban en Educación Media ahora están en la universidad. Por eso vamos a hacer diariamente un programa más adulto e interactivo, dejando lo más familiar para el fin de semana".
Lo que no cambia es la música de animación japonesa (J-pop o J-rock) tocada por bandas orientales o chilenas, que hay muchas. Al programa no le faltan auspiciadores, como compañías de telefonía móvil o universidades.
Reflexiona Claudio PSX: "La cultura japonesa ha estado presente mucho tiempo en Chile, lo que pasa es que no se sabía. Hay muchas mamás que nos llaman pidiendo temas de Candy (serie de animación antigua) y nos dicen que eran otakus antes que nosotros".
- ¿Cómo se puede entender que haya gente adulta a la cual le gustan los
monos animados?
- Acá en Chile se entiende que el dibujo animado es para niños, pero en Japón es una forma más de expresión audiovisual. La película Kill Bill es para adultos y tiene una secuencia de animación japonesa. El animé es como el cine, así como hay películas para niños, hay para adultos. Una persona grande no ve el animé que dan en la tele, sino que busca un director y temáticas de trasfondo.


Dueños de una tienda virtual

Las películas se pueden comprar en tiendas especializadas de los centros comerciales Portal Lyon, Eurocentro y Las Palmas, entre otros. También en internet, a empresas chilenas. Hace seis años tres estudiantes de ingeniería de la Universidad de Chile comenzaron con "Kna21". A estas alturas ya están recibidos y trabajando en campos bien formales, pero continúan vinculados a su tienda virtual.
Marcela Ponce relata que "a los tres nos gustaba la animación, empezamos a buscar artículos y descubrimos que no había nadie dedicado al tema, pero sí mucha piratería. Ahí decidimos empezar a importar productos originales. Tenemos nuestro público fiel y hasta el año pasado íbamos a eventos, apoyábamos a grupos de Valparaíso, Viña, Concepción, Antofagasta, Temuco, Valdivia... todo Chile, difundiéndolos en nuestra página y contactándolos entre ellos. Ahora no lo hacemos por tiempo, los tres trabajamos en distintos lugares".
A su juicio, el fenómeno se explica por la temática del animé. "Es muy distinta al dibujo americano, que está enfocado al héroe que salva al mundo. En la animación japonesa son cosas más cotidianas, amores adolescentes, problemas familiares, que a los jóvenes les llegan más. Los cabros empiezan a interesarse a los 12 o 13 años, y siguen hasta los 30 o 35. Es un género nuevo que interesa a distintos tipos de público, porque la animación japonesa está enfocada a hombres, mujeres, niños, adultos, incluso hay temática homosexual".

Ingeniería en la U.: exhibiciones cada viernes

Francisco Acuña está en Cuarto año de Ingeniería Civil en Computación, en la Chile. Empezó a ser fanático cuando estaba en Segundo Medio, "cuando descubrí en el animé cosas que no se ven en la vida cotidiana, como las decisiones que toman sus personajes, las ambientaciones, las temáticas..."
Ahora junto a otros otakus de Ingeniería mantiene una página web y además cada viernes realizan funciones de series animadas japonesas para público en general en el auditorium de la facultad. Gran esfuerzo, porque deben comprar DVD en el extranjero y luego traducirlas a pulso para ponerles subtítulos en español. "Todo el grupo tiene un mínimo de japonés y conocemos inglés en 100%, porque la mayoría viene en ese idioma".
- ¿Cómo funciona el grupo?
- Bordeamos los 20 integrantes y somos todos amigos, yo soy el que da la cara. El grupo existe desde 1998, yo me integré y continúo el legado.
-¿Cuáles son las series en auge en este minuto?
-En Japón salen series todos los meses y es difícil seguirles el rastro a todas. Pero claramente las que están más en auge en los ciclos que se hacen en Santiago y regiones no son las que hoy se ven en la televisión. Son mundos totalmente distintos. Recién Chilevisión y Etc. TV han estado poniendo un poco más de énfasis, porque saben que el mercado es grande.

En el Planetario se hacen las "Otaku Usach"

Rubén Dinamarca tiene 21 años y estudia Traducción inglés-japonés en la Universidad de Santiago. Desde la enseñanza media es un otaku y por eso cuando llegó a la Usach de inmediato se integró al grupo de fanáticos. Es uno de los organizadores de las "Otaku Usach", fiestas que se realizan periódicamente en el Planetario de esa casa de estudios y cuya versión más reciente fue el sábado recién pasado, extendiéndose hasta la mañana del domingo. Llegaron unas mil personas.
Este fenómeno tiene tantos adeptos, señala, porque "la animación japonesa transmite valores como lealtad, amistad, perseverancia. Por ejemplo, los eventos que organizamos periódicamente desde el 2004 concluyen en una gran Otakutón, que se realiza el mismo día de la Teletón. Además el animé tiene series para los más diversos intereses y uno puede seguir siendo Otaku a medida que avanza en las edades.
- ¿Hasta cuándo vas a serlo tú?
- Yo voy a seguir hasta que muera. Fácilmente voy a estar en los eventos a los 40 años junto a mis hijos.

Publicado por La Segunda en diciembre de 2006

domingo, 11 de marzo de 2007

Death Note: ¿Que harias si tuvieras el poder de matar??

La historia nos narra la vida de un joven llamado Yagami Light, que un día encuentra un cuaderno de notas llamado Death Note (cuaderno de la muerte), él tiene el mejor promedio de su escuela, y se destaca por su inteligencia. En el cuaderno dice que si escribe el nombre de una persona, ésta morirá de un ataque al corazón a los 40 segundos. Al leerlo, Light piensa que se trata de una clase de broma y decide probarlo con un criminal de la televisión (el cuaderno también requería saber la cara de la persona y su nombre verdadero completo), y funciona efectivamente.

Light decide usar el cuaderno para matar a todos los criminales del mundo que merezcan morir, haciendo del mundo un lugar mejor, y adopta el nombre de "Kira".

El padre de Light es el vicepresidente de la fuerza nacional de Policía de Japón. Como la policía no puede hacer mucho, un detective (que iguala las capacidades mentales de Light para deducir y planear) bajo el nombre de "L" decide ayudar a la policía. Pero su identidad es mantenida oculta.

Desde aquí en adelante comienza una batalla de mentes entre la inteligencia criminal de Light y la perspicacia de L, que hace un par de semanas concluyo en Japón con el fin del manga, pero que todavía no se termina en el anime, que va en el capitulo 21.

Death Note es un manga de estilo novela policial, creado por Takeshi Obata junto a Tsugumi Oba. Publicado por la revista semanal Shonen Jump. Fue publicado en 108 capítulos semanales, formando un total de 12 volúmenes. Se ha adaptado en dos películas live action y una serie anime.

El dibujo es de buena calidad y la historia tiene un toque misterioso, mezclando lo sobrenatural con la novela policíaca. Recomendable para personas con un criterio formado y a quienes les guste el anime de estilo oscuro como Hellsing y Gantz.