viernes, 22 de septiembre de 2006

J-Music

Tras los EEUU, Japón es el segundo mercado discográfico del mundo. Aunque los artistas occidentales se están abriendo paso cada vez más en el panorama musical japonés, el 70% de ventas sin incluir exportaciones es de artistas nipones. Las características del éxito de la música actual japonesa son esencialmente el impacto que ésta tiene en los medios de comunicación. Los orígenes de la música actual mezclan sus raíces con las de la música tradicional (que aún se muestra popularmente en forma de enka –música satírica o reivindicativa, en clave de humor- en concursos como el tradicional Kôhaku Uta Gassen de fin de año) y con la influencia extranjera.
El J-Pop (Japanese Pop Music) es la música actual que más se lleva en Japón y que engloba diversos estilos musicales. Aunque empezó como una imitación de la música occidental (los japoneses creen que imitar a la perfección a un maestro es algo admirable), lo que provoca que en Occidente se la considere poco imaginativa y demasiado normal, ha ido adquiriendo toques que la diferencian y sólo los artistas que logren incorporar en su música estos elementos tendrán éxito en el extranjero, como es el caso de Ryûichi Sakamoto compositor de bandas sonoras (como el tema de los JJOO de Barcelona 92), y del famoso tema de los años 60 Sukiyaki, o Pizzicato Five que tienen más éxito fuera que dentro de su país. 
La cantante de pop más destacada es Ayumi Hamasaki, cuyas canciones como Dearest, el 3r Ending de Inu-Yasha, describen de forma muy directa los sentimientos y las emociones, lo cual ha provocado su fama entre el público adolescente.
Dentro del J-Pop hay que hablar del fenómeno de las idols. Con este término se designa a los cantantes o grupos jóvenes que son descubiertos, formados y explotados por compañías discográficas para su consumo en masa. La mayoría de las idols son chicas, aunque haya unos pocos masculinos, y todas cumplen los mismos requisitos: ser graciosas, simpáticas, tener carisma y tener legiones de fans. En una palabra: kawaii (monas). Todo el movimiento idol empezó con el dúo Pink Lady y con Seiko Matsuda, y actualmente las más destacadas son las Morning Musume, un grupo de muchas adolescentes que con su tema Koi no DANCE SITE (“La sala de baile del amor”) han conquistado las listas de éxitos de su país. En el caso masculino habría que destacar a SMAP o a Kinki Kids. 
Dentro de la música japonesa también encontramos la comercial música de anime, series de TV y publicidad. En ocasiones, los dobladores de los protagonistas de un anime cantan también sus temas de apertura y clausura (Opening y ending). Es el caso de Megumi Hayashibara (Ranma, Rei Ayanami, Tira Misu), que canta los openings de Slayers y Bakuretsu Hunters, Maaya Sakamoto (Hitomi Kanzaki), que canta los openings de Escaflowne, Rahxephon o Wolf’s Rain, y Minami Takayama (Nabiki Tendô, Conan Edogawa), que forma parte del grupo electrónico Two-Mix. No obstante, cada vez se opta más por hacer lo contrario: reclutar a cantantes famosos. Es el caso de L’arc~en~ciel (DNA², GTO), Judy and Mary (Rurôni Kenshin), BoA (Serial Experiments Lain), ALI Project (Noir, Wish) o la cantante de R&B Hikaru Utada (Hero, Kingdom Hearts).
Los estilos más contundentes de la música japonesa se muestran en forma de rock tradicional, con cantantes como Hironobu Kageyama (Dragon Ball Z, Saint Seiya), The Tigres o The Tempters, la música alternativa (The Pillows, autores de la BSO de FLCL) y el visual-kei. El visual-kei es un movimiento inspirado en el Glam Rock de los años 80. La designación “visual” es obvia con sólo ver a algún artista de este género: suelen ser hombres que llevan un vestuario muy chillón, el pelo teñido y suelen ir ocultos bajo quilos de maquillaje de forma muy imaginativa. Existen grupos que son visual por casualidad, pero los auténticos son muy recargados desde este punto de vista: sus estilos van desde los demoníacos a los rococós, pasando por los looks afeminados. Todo esto lo hacen para en combinación con su música impactar más sobre la audiencia. Suelen formar parte de discográficas independientes, puesto que la música que suelen hacer es metal o punk, aunque también los hay de pop. Los más representativos son X-Japan (X, Crucify my love, y Forever Love, el tema de la película de X), Lareine (Bara wa utsukuchiku chiru, el opening de La Rosa de Versalles), Malice Mizer (Illuminati, Beast of Blood), Sekima II y el idolatrado Gackt. 
El jazz tiene una gran vitalidad, con artistas como el saxofonista Sadao Watanabe o Casiopea. El rap lo representan East End x Yuri, introductores de este estilo en Japón, y Dragon Ash; el reggae, difundido por Bob Marley, lo ocupan Moomin, FIRE Ball y Home Grown, y el ska, aunque de poca importancia, tiene como exponente el grupo Gelugugu. Incluso la música new age (Kitarô), la folk –New Music- (Eiichi Ootaki) y la electrónica (Two-Mix) se pueden escuchar hoy en día en cualquier emisora de radio japonesa.

sábado, 2 de septiembre de 2006

Full Metal Alchemist


"El hombre no puede crear nada sin dar algo a cambio, para tener algo, algo de igual valor debe perderse; este es el principio de los estados equivalentes en la alquimia…”

Así comienzan los capítulos de la serie Hagane no Renkinjutsushi más conocida en nuestro país como Full Metal Alchemist. Desde el semestre pasado que Chilevisión estaba promocionando esta serie, pero sólo hace un par de semanas se hizo posible para los fanáticos poder disfrutarla por las pantallas chilenas. El programa encargado de difundir esta serie es el tan criticado espacio juvenil Invasión, que de lunes a viernes a eso de las cinco de la tarde la estará transmitiendo.
La historia creada por Hiromu Arakaw en un principio se basa en el manga del mismo nombre (en la mitad del anime se desvía la historia) que hasta hoy sigue saliendo y que consta de 52 capítulos, además de un especial, una película (conquerior of shambala), y 4 ovas. Para los que quieren disfrutar de la historia sin cortes ni censura y subtitulada al español por internet se encuentran disponibles los capítulos a través de torrents o descargas directas.
La historia se desarrolla a principios de siglo en un mundo paralelo al nuestro en donde la alquimia es posible, y es vista como una ciencia, por lo que se deben obedecer sus principios. La trama comienza cuando Trisha la madre de los hermanos Elric, Edward (Ed) y Alphonse (Al), muere de una enfermedad cuando ambos eran niños. Los hermanos deciden resucitarla mediante la transmutación humana, una rama prohibida de la alquimia. En el intento Ed pierde su pierna izquierda y Al su cuerpo, por lo que su hermano Edward para que no muriera sacrifica su brazo derecho y usa su propia sangre para escribir un círculo de transmutación en una armadura que había cerca y así poder atar el alma de su hermano.
Después de este accidente los hermanos deciden convertirse en alquimistas nacionales (alquimistas que trabajan para el gobierno). Es aquí donde emprenden su largo viaje en busca de la piedra filosofal la que no se rige por la ley de los estados equivalentes, y así poder recuperar sus cuerpos.
La serie aparte de poseer una buena animación está acompañada de una excelente banda sonora, que cuenta con la colaboración de grupos reconocidos en el medio japonés como: L'Arc~en~Ciel y Asian Kung-Fu Generation, y  cuenta con canciones emblemáticas como “Bratja" de Oshima Michiru. Otro punto a destacar es la equilibrada mezcla entre drama y comedia, que en muchos momentos hacen soltar una carcajada y en otros ‘bajonearnos’. Todos estos elementos hacen de esta serie una de las mejores que han salido del país nipón, sin duda recomendable para todo tipo de personas.