miércoles, 23 de abril de 2014

El Apartheid en Sudafrica

El continente africano a lo largo de la historia ha sido siempre visto como la periferia del mundo, las potencias europeas se repartieron sus tierras para extraer recursos naturales, minerales y “personas”, y establecieron colonias para resguardar sus intereses. El colonialismo estableció la esclavitud como sistema, el cual creaba y perpetuaba la discriminación por motivos de raza.
El régimen de segregación racial conocido como apartheid tuvo sus orígenes en el siglo XIX con la finalización de las guerras anglo-boers, y a partir de ahí se comenzaron a implantar leyes segregacionistas contra la población no blanca.
La presente investigación trata la problemática sudafricana del sistema socio-político de segregación, apartheid, implantado en 1949, el cual basaba su sistema social en base a las razas, segregando a los negros en comunidades, quitándoles sus tierras y derechos, a través de un sistema jurídico avalado por el estado, el cual violaba las normas establecidas por la comunidad internacional en materia de protección de los derechos humanos.
El apartheid se basa en la doctrina del racismo, y sus planteamientos mal interpretaban teorías biológicas como la selección natural, la evolución y las teorías de las razas. Además manipulaba los hechos para contar una historia favorable a la minoría blanca, creando una historia oficial y enseñándola a través de su sistema educativo, iglesias y medios de comunicación.
Esta investigación se enfoca en el discurso que imponía la minoría blanca para controlar el estado y así poder ejercer el control sobre la población negra.

Palabras Claves
Apartheid – Sudáfrica – Afrikáner - Racismo

Abstract

The African continent throughout history has always been seen as worlds periphery, European powers divided their land to extract natural resources, minerals and "people", and established colonies to safeguard their interests. Colonialism established slavery as a system, which created and perpetuated discrimination based on race.
The system of racial segregation known as apartheid had its origins in the nineteenth century with the finalization of the Anglo-Boer wars, and from there began to implement segregation laws against non-whites.
The present research deals with the problems of the South African socio-political system of segregation, apartheid, introduced in 1949, which based its systems around the races, segregating blacks in communities, taking away their lands and rights, through a legal system guaranteed by the state, which violated the standards established by the international community regarding the protection of human rights.
Apartheid was based on the doctrine of racism, and their approaches misinterpreted biological theories such as natural selection, evolution and theories of race. In addition manipulated the facts to tell a story favorable to the white minority, creating an official history and teaching through its educational system, churches and media.
This research focuses on speech imposed by the white minority to control the state so they can exercise control over the black population.

Key Words
Apartheid - South Africa- Afrikaner - racism
   
Introducción

Hasta que los leones tengan sus propios historiadores,
las historias de caza siempre glorificarán al cazador
Proverbio africano (Yoruba, Nigeria)

“Casi nunca se recuerda que África es la cuna de la Humanidad. Los primeros fósiles homínidos más antiguos fueron hallados en las hoy Tanzania y Etiopía, al este del continente. Desde allí, el hombre emigró hacia el resto del planeta, evolucionando su ser y su cultura de acuerdo con el entorno al que llegaba. Del mismo modo, suele obviarse la compleja y rica historia política que los siglos previos a la colonización albergó esta tierra con el surgimiento de los diferentes imperios, reinos y estados (Ghana, Malí, Songhay, Mossi, Bunyoro, Buganda, Rwanda, estados Haussa, entre otros muchos) que marcaron el esplendor de todo el continente. Un esplendor que inició su decadencia a partir del siglo XVII, coincidiendo con la llegada de los primeros europeos.[1]
Muy poco es lo que habitualmente se conoce de Sudáfrica (la nación del arcoíris), país ubicado en el extremo sur del continente, y que recientemente cobro fama al ser el país organizador del mundial de futbol el año 2010. Pero su historia reciente marcada por la lucha racial no deja indiferente.
Los primeros europeos en implantarse en aquellas tierras australes fueron los holandeses, cuyos descendientes, los boers, disputaron la colonización a los ingleses, que allí llegaron atraídos por la estratégica posición del cono sur africano en la confluencia de dos importantes océanos y por sus enormes riquezas minerales. Enfrentada entre sí y reprimiendo sangrientamente la resistencia nativa, la colonización de boers y británicos, inicialmente implantada en enclaves costeros, avanzó hacia el interior del territorio llegando más allá de los ríos Orange y Vaal, a tierra zulú.[2]
En “1852 había cuatro estados constituidos en Sudáfrica: Cabo y Natal, colonizados por ingleses, y Transvaal y Orange, por los boers. Estos últimos, muy conservadores, y sintiéndose elegidos de Dios en la misión del dominio del África, pese a las presiones de Gran Bretaña rehusaron sistemáticamente todo acuerdo de unidad.[3]
A fines del siglo XIX se expandió el proceso de colonización hacia zonas interiores y las dos provincias boers son sometidas por Gran Bretaña (conflicto anglo-boer). En 1909 nace la Unión sudafricana.
“Hasta la segunda guerra mundial los veteranos del conflicto anglo-boer de 1900 nucleados en el Partido Unido, de los generales (boers) Smuts y Hertzog, detentan el poder en Sudáfrica. En 1948, muerto Smuts, hecho que podría tomarse como referencia para señalar el cambio, accede al gobierno el Partido Nacional y con los ideólogos Verwoerd, entonces Primer Ministro, y Werner Eiselen, Secretario de Asuntos Nativos, surge y se fortalece el nacionalismo racista que crea el "apartheid". Esta es la ideología que domina el Partido Nacional desde 1948 hasta el presente, años en los que ininterrumpidamente se mantuvo en el poder.[4]
“A partir de la post-guerra comienza el "desarrollo autónomo" o separado de razas impuesto por la minoría dominante. "Apartheid" es una palabra compuesta por una raíz inglesa "apart" (aparte) y la terminación "heid" que en holandés significa rebaño o ganado. Literalmente, pues, se la puede traducir por "rebaño aparte" y no requiere mayores comentarios.[5]
Durante casi cuarenta y dos años Sudáfrica vivió en un sistema de Apartheid, en donde la mayoría negra era víctima de una negación a sus derechos fundamentales, todo el poder estaba concentrado en una minoría blanca. La gran mayoría de los sudafricanos no participaban en la elección del gobierno y no tenían derecho a intervenir en la vida política del país. Eran víctimas de discriminación en todos los aspectos de su vida, en el trabajo, en la educación, en su vida familiar, etc. Este era el resultado de la aplicación de la ley, en un estado racista, con un sistema de leyes promulgadas para privar a los negros de sus derechos y libertades fundamentales.
Nombres como Nelson Mandela y Steve Biko son referentes en el proceso de democratización de los últimos años en la nación africana, una de los países con mejores ingresos del continente africano.
En esta investigación trataremos el discurso asimilado y difundido de la minoría blanca para validar el estado de apartheid en Sudáfrica, desde una perspectiva histórica.

Desarrollo

El racismo ha sido definido como una “doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior[6]” y como la “exacerbación del sentido racial de un grupo étnico, especialmente cuando convive con otro u otros.[7]
A lo largo de la Historia, la humanidad ha sido protagonista de muchos casos de racismo, en donde por miedo al otro o por un sentimiento de superioridad, éste se desarrolla. Esto lo podemos ver desde la antigüedad con las primeras civilizaciones, en donde se tomaban por esclavos a ciertas etnias o grupos, también se ve en el caso griego y romano, en donde se les denominaba bárbaros a los grupos que vivían fuera de los límites de las ciudades o del Imperio.
 Esta situación se acrecentó con las colonizaciones en el siglo XVII a otros continentes, subyugando a otros pueblos y transformándolos en dominados, perdiendo muchas veces sus derechos, sus territorios e incluso sus culturas, y en muchos casos asimilándose a la cultura dominante pero sin gozar de todos los derechos.
Con la aparición de las teorías biológicas de la evolución basadas en la selección natural de Darwin, que postulaban la competencia por la supervivencia de los individuos, y que fue simplificada en la “supervivencia del más apto”, pronto fue mal interpretada originando diversas teorías como el Darwinismo Social, que aplicaba a la sociedad la teoría biológica de Darwin y la eugenesia, la disciplina encargada de la mejora biológica de la especie humana, lo que dio pie al nacimiento de nuevas teorías racistas.
Más tarde en el siglo XIX el filósofo francés Gobineau en su libro “Ensayo sobre la Desigualdad de las Razas Humanas” propuso la supremacía de unas razas sobre otras de acuerdo a un estudio que comparaba los distintos grupos étnicos de Europa, Asia y África. Este estudio posteriormente fue utilizado por los Nazis para justificar la supremacía aria sobre otros grupos étnicos.
Durante el siglo XX se han exacerbado los sentimientos de racismo en la sociedad, la humanidad ha sido testigo del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial, la masacre de la minoría tutsi en Ruanda, la limpieza étnica emprendida por los serbios en la antigua Yugoslavia y el apartheid en Sudáfrica, de este ultimo profundizaremos.
El apartheid se institucionalizó en 1948 y terminó en 1990, duro cuarenta y dos años, fue impulsado por el partido nacionalista que ganó las elecciones de 1947, aunque sus raíces vienen de mucho antes con la llegada de los colonos holandeses e ingleses a las costas de El Cabo en el 1652, y que se vio legitimada en los años 20 con el gobierno de Hertzog, que fomentaba la “segregación para los negros y una segregación modificada para indios y mestizos[8]”.
El término “apartheid, palabra afrikaans que significa segregación, es el nombre dado por el gobierno de la República de Sudáfrica a su sistema de segregación, opresión y explotación raciales. Este sistema permite a los blancos, que suman menos de la quinta parte de la población, tener bajo su control los asuntos de la república.[9]
Ya con la llegada de los colonos holandeses se puede ver que “la doctrina de la separación aparece -por lo menos en el plano de su realización- como el refuerzo y el perfeccionamiento de un sistema de discriminación racial implantado en las costumbres desde principios del siglo XVIII con la teoría afrikaner del baaskap (superioridad blanca), y en la ley desde el siglo XIX con las leyes británicas sobre los “salvoconductos” (pass laws) y sobre “amos y servidores” (masters and servants)[10]”, las cuales aplicaban restricciones de viaje a los negros, y establecían una relación entre amo y ciervo en el ámbito laboral.
En 1913 fue promulgada el acta de tierras que despojaba a los negros de las mejores y más fértiles tierras y los obligaban a trasladarse a los homeland o bantustanes, que eran reservas tribales para los negros. El gobierno de Sudáfrica en 1959 institucionalizó estos bantustanes en estados autónomos, para otorgar la ciudadanía a los negros que residían en ellos, así los negros ya no eran ciudadanos sudafricanos, sino ciudadanos de otro estado y estaban de paso por Sudáfrica, por lo que debían usar pasaporte para ir a trabajar a los estados blancos en donde se ubicaban la mayoría de las industrias y minas.
“El objetivo final del apartheid es la división política de la actual República de África del Sur en once estados independientes. Diez “estados negros” llamados primeramente bantustanes y actualmente “homelands” u hogares nacionales, cada uno de los cuales corresponde a una subdivisión étnica, agruparían en conjunto al 72% de la población total actual, aunque entre los diez abarcarían únicamente el 13% de la superficie total.
Estos diez “estados” participarían en una federación económica dirigida por el undécimo estado (blanco), integrado por una mayoría blanca (16,5% de la población actual) y dos minorías: mestizos (10% de la población actual) e indios (2.9%), considerados como ciudadanos de segunda clase sin derecho a participar en la elección del Parlamento nacional.[11]
Se impulsaron leyes que acentuaron la segregación racial impuesta por la South African Act de 1909 en donde los miembros del parlamento debían ser descendientes europeos, “en 1961 la Unión Sudafricana se convirtió en República surafricana y abandono la Commonwealth. La nueva constitución adoptada en esta ocasión ha conservado intacta la supremacía del parlamento únicamente elegido por los blancos.[12]” Sólo los blancos votaban y podían ser elegidos para integrar el parlamento, de esta manera a los negros se les negaba toda posibilidad de participación política, esto explica porque los blancos siendo minoría pudieron implantar el sistema del apartheid y controlar el Estado.
También se impulso la ley del Colour Bar Act en 1977, en donde se reservaban los empleos profesionales a los blancos, dejando a los negros los trabajos no profesionales, otra medida política contra los negros fue la ley de trabajos de nativos de 1953 en donde se proscribía a los sindicatos bantúes y se negaba el derecho a huelga de los trabajadores negros, los negros no podían permanecer por más de 72 horas en las áreas blancas sin pase, en el plano de la educación se implanto las leyes de educación en donde se asignaban escuelas y universidades separadas para las distintas razas, en 1959 se sumo la ley de Extensión de la Educación que prohibió la matrícula de estudiantes no blancos en las universidades.
Otras medidas impulsadas por el apartheid que afectaban la vida cotidiana de los negros fueron: el decreto de registro de población de 1950, que clasificaba por razas a todos los ciudadanos y debía registrarse a todos los negros, la prohibición de los matrimonios mixtos de 1949 que prohibía los matrimonios entre razas diferentes y la ley de inmoralidad de 1957, que prohibía las relaciones sexuales entre diferentes grupos raciales.
Sudáfrica es un país rico en minerales, y se necesitaba mano de obra para extraerlo, los blancos no podían asimilar toda esa carga laboral, por lo que “El elemento africano era esencial dentro del Estado, ya que se necesitaba mano de obra negra en la industria y ésta podía conseguirse barata debido a la escasez de trabajo en las reservas nativas (que abarcaban la decima parte de la superficie del Estado y se suponía en teoría que daban cabida a todos los africanos, aunque de hecho no podían a más de la mitad de ellos). La raza negra se convirtió en sinónimo de degradación económica; un negro era un obrero del que se podía y debía disponer a un bajo salario. Y la degradación económica condujo a la degradación social, ya que los africanos fueron hacinados en lugares sórdidos, lo que genero un sentimiento de vergüenza hacia sí mismos, así como criminalidad.[13]
 “El apartheid como política es desastrosamente diferente al apartheid como teoría, (…) bajo él (apartheid) el europeo de la Unión debería aprender a hacer su propio trabajo servil, como en su continente de origen, y que al nativo debería entregársele suficiente tierra como para desarrollar su propia personalidad en forma total.[14]
Los impulsores del apartheid creen en la “la superioridad absoluta de la raza blanca y la necesidad de salvaguardar su supremacía política y económica constituyen  los dos pilares fundamentales de la ideología del apartheid... En South África 1977, por ejemplo, se dice: “La nación blanca es el grupo más adelantado del país en lo cultural, en lo económico y en lo político (…) En cambio, las diversas naciones negras pueden describirse en general como pueblos en vías de desarrollo.[15]” Por lo cual los blancos deben asistir a los negros y separar las razas para así lograr un desarrollo separado en iguales condiciones.
“La ideología racista del apartheid se encuentra así ocultada por estos dos temas más nobles: a) la diversidad de los pueblos y b) la misión de asistencia confiada a la raza blanca.[16]” Y bajo estas premisas defienden el apartheid hacia la población negra, a la vez crean mitos para proteger el sistema que han creado.
A pesar de la oposición de la comunidad internacional desde la creación de la ONU y la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, formulada en 1948 que sostiene la igualdad de los hombres, aun así Sudáfrica se ha mantenido al margen, “¿Cómo se explica, entonces, que esta política desacreditada haya logrado mantener durante todos estos años el apoyo de la masa de las personas de habla afrikaans, incluyendo escolásticos e intelectuales? Primero y ante todo, porque provenía del movimiento nacionalista y se le identificaba, por lo tanto, con la mística de la unidad afrikáner. Segundo, porque la mayoría de las personas de habla afrikaans se halla ante un terrible dilema en todo lo concerniente a la cuestión racial. Ellos saben que es imposible justificar la discriminación por motivos raciales solamente; pero, por muchas razones históricas y psicológicas, les repugna la perspectiva de integración en una sociedad multirracial. En este conflicto entre la conciencia y el instinto, la separación parece constituir una salida. A medida que su fracaso se hace más evidente, reviste mayor urgencia la necesidad de una opción.[17]
Las bases de las creencias afrikáneres acerca del apartheid se basan en “la historia (...) la lengua afrikaans y la religión protestante calvinista son los elementos esenciales de la identidad afrikáner.
En realidad, lo que constituye la originalidad de la sociedad afrikáner hace también que su comprensión sea particularmente difícil para los extranjeros, sobre todo para los formados en el pensamiento laico. En efecto, estos tres elementos son perfectamente indisociables: la lengua afrikaans es el vehículo exclusivo de la historia y de la religión afrikáner; la historia, presentada tradicionalmente como la de un pueblo elegido y establecido por Dios en la extremidad austral de África para cumplir una misión divina, se basa en la fe calvinista de los primeros colonos holandeses, alemanes y franceses llegados en el siglo XVII; por último, la religión ha estado siempre, según el modelo establecido por Calvino en Ginebra, estrechamente vinculada a la política.[18]
Para explicar las justificaciones históricas de los defensores del apartheid “el historiador afrikáner F. A. Van Jaarsveld al tratar de resumir la concepción afrikáner de la historia (sostiene): “La imagen que tiene el afrikáner de su pasado se apoya en los valores políticos nacionales y en bases bíblicas. Esta es quizá la razón de su sesgo político y moralizante.[19]
“La extraordinaria amalgama histórico-religiosa que caracteriza la “identidad” afrikáner se debe a que la Biblia constituyo durante 250 años el único alimento cultural para aquellos  que no vivían en las cercanías de El Cabo.[20]
“En la Biblia, los textos más cargados de sentido son los que hablan del pueblo elegido (Israel) ya que los afrikáners se consideran a sí mismos como establecidos por Dios en África para cumplir una misión divina.[21]
Para justificar su superioridad los blancos han creado una serie de mitos en torno al apartheid, entre ellos podemos encontrar el mito de las migraciones simultaneas, el cual según la historiadora Marianne Cornevin, justifica el reparto de tierras en Sudáfrica, y que refuta en su libro “Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia”, en donde la autora indica “está probado científicamente desde hace veinte años que los negros llegaron primero. Las dataciones recientes mediante el carbono 14 permiten concluir que los pueblos de lengua bantú, antepasados de los negros sudafricanos, se establecieron en el Transvaal septentrional en el siglo III, es decir mil cuatrocientos años antes de la instalación de los blancos en El Cabo.[22]
Este mito ha sido refutado por los científicos, indicando que “los diversos hallazgos arqueológicos, entre ellos el hombre fósil de Asselar, fechado en el Pleistoceno superior por los paleontólogos Boule y Vallois presenta rasgos negroides que se asemejan a los bantúes y hotentontes, tribus que se establecieron en lo que hoy es Sudáfrica y Namibia, tras migraciones hace varios milenios, procedentes de la región de los lagos africanos.[23]” Por lo que los negros serian los primeros pobladores de Sudáfrica, no así los blancos que llegaron en 1652.
Para justificar su mito las publicaciones oficiales coinciden en que el encuentro entre ambas razas se produjo con las migraciones de los europeos al interior del continente y las migraciones de las poblaciones negras venidas desde el norte del continente al mismo tiempo que los europeos. En las publicaciones extranjeras “los libros escritos sobre África del Sur por autores no sudafricanos hacen empezar la historia con el descubrimiento del Cabo de Buena Esperanza por Bartolomé Días en 1488 y no hablan de los negros sino a partir de su encuentro con los blancos hacia 1770.”
Una situación ligada a este mito es la creencia afrikáner de la atribución de tierras vacías sin amo, de forma que no se perjudico a nadie cuando se proclamaron dueños de ellas, el despoblamiento se debía a las continuas guerras tribales entre las poblaciones negras, según Cornevin “es evidente que después de la salida de Mzilikazi hacia la actual Zimbabwe en noviembre de 1837, los sotho regresaron en masa a tierras de las que habían sido expulsados por los ndebele. Es evidente también que por su escaso número (menos de 5.000 personas) y su gran dispersión, la población blanca del Transvaal era incapaz en esa época de controlar o incluso de evaluar la población negra.[24]
Otra justificación que emplean los afrikáners para defender el apartheid se fundamenta en que la llegada de los blancos salvó de la destrucción a los negros y tuvo un efecto estabilizador en las relaciones étnicas. Al momento del encuentro entre blancos y negros, las tribus ya habían pactado la paz.
Además justifican la creación de los homelands fundamentando que corresponden a los territorios históricamente ocupados por los negros, y resultado de las guerras tribales y disputas de sucesión, siendo que la población negra históricamente se asentó en las tierras más fértiles del país, siendo despojadas por los afrikáners en el proceso de segregación.
Alphonse Max en su libro Sudáfrica ¿problema racial, o estratégico? Asegura que la situación en Sudáfrica durante el periodo del apartheid era normal, se establecieron leyes para fomentar la prosperidad no blanca, y que los disturbios causados por una minoría negra del C.N.A. correspondían a terroristas vinculados con el partido comunista, y con la URSS, que tenia pretensiones en la zona, indicando que “pretenden luchar por los legítimos derechos de la población negra; pero en realidad su verdadero propósito es la toma del poder por medios violentos para la instauración del marxismo-leninismo en uno de los puntos más estratégicos del planeta.[25]
Esta creencia muy difundida por los medios de comunicación y por el gobierno de la época, indicando que los grupos de liberación negra tenían lazos y recibían armas y aportes desde la Unión Soviética, queda totalmente refutada con la llegada al poder de Nelson Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica, miembro de la Liga de la Juventud, uno de los principales grupos opositores al apartheid.
Otro de los argumentos que utilizan los afrikáners en contra de los negros, es que debido a su atraso tecnológico y social no podían mezclarse con la minoría blanca, ya que a pesar de que un negro se comporte civilizadamente, seguirá siendo negro. Este argumento se refuta con solo verificar la historia de Sudáfrica, los negros poseían las mejores tierras de la zona, los blancos los expulsaron a los homelands, en donde estaban hacinados y no tenían espacio para cultivar y realizar algún tipo de trabajo, por lo que caían en el círculo de la pobreza, una situación creada por la misma implementación del apartheid. “Por lo general la discriminación racial empobrece y desposee socialmente a los que la padecen. Les niega el acceso (o el acceso en igualdad de condiciones) a la tierra, al empleo, a la educación, a los servicios de salud y de planificación familiar, y a la vivienda. La pobreza y la marginación social se citan como prueba para confirmar y justificar los prejuicios raciales y las prácticas discriminatorias del grupo dominante. Los índices de delincuencia, mala salud, analfabetismo, prostitución, etc., se presentan como pruebas de que el grupo minoritario es menos capaz, o es el responsable de su propia situación. El uso de este “ciclo de reafirmación” no se limita a un tipo particular de sociedades. El racismo y la discriminación racial se presentan como problemas sociales tanto en los parlamentos y medios de comunicación de los países industrializados como en los parlamentos y medios de comunicación de los países en desarrollo o los países pobres.[26]
Existía población blanca que estaba al tanto de la situación, y utilizaba el apartheid para sacar provecho económico, por lo que no estaba interesada en cambiar el sistema social, al contrario lo defendía y utilizaba al racismo como excusa para sus propios intereses. “En Sudáfrica, el apartheid impuso una red extraordinariamente compleja de reglas para mantener las distinciones entre la población del país. La mayoría de la población blanca se identificó claramente con los valores raciales de aquel sistema y colectivamente se benefició económicamente de la explotación sistémica de la mayoría negra.[27]
En los Films Cry Freedom (basada en la novela de Donald Woods) y Goodbye Bafana (basada en las memorias de Nelson Mandela de Bob Graham) que narran la vida de los dos líderes de la época en la lucha contra el Apartheid, Steve Biko y Nelson Mandela, se da cuenta del cerco informativo que existía en torno al apartheid, la represión que ejercía el estado contra cualquier forma de manifestación y la censura no solo a los negros, también a los blancos opositores.
Los defensores del apartheid justificaban la represión mediante el miedo al comunismo, y a cualquier acto de subversión lo tildaban de comunista, por lo que se crearon leyes para acabar con el partido comunista y encarcelar a cualquier detractor del apartheid.
Otro hecho recurrente en el periodo fue la creencia firmemente arraigada en los blancos, de que los negros querían su libertad para expulsarlos de Sudáfrica y ejercer los mismos apremios en contra de ellos. Esta situación se puede apreciar en ambos films, ya que era muy común que este argumento fuese utilizado por la minoría blanca para negar el derecho a voto de los negros.
En junio de 1955 el Congreso Nacional Africano, un grupo de resistencia al apartheid, formulo un documento conocido como la Carta de la Libertad, en donde se exponían los puntos reivindicativos de los negros, dicho documento explicaba las razones de los negros para luchar por sus derechos y fue duramente censurado por el gobierno de la época.
En dicha carta, se expresan los anhelos de la población negra, y en ningún punto se aprecia la intensión de expulsar a la población blanca de Sudáfrica, sino al contrario, la convivencia en paz de ambos grupos, y la protección del estado en todo ámbito de la vida.
A pesar de todos los crímenes cometidos en el periodo que duro el apartheid en Sudáfrica, y del rechazo de la comunidad internacional, seguía habiendo defensores de este sistema en Sudáfrica, esta situación se explica porque el racismo influye de tal forma en las personas que éste puede trastocar la forma de ver la realidad. “La negación del racismo adopta muchas formas. Las más extremas son la negación de buena fe (“No lo sabía”) y la mentira descarada, la que niega deliberadamente la verdad mediante falsedades, desinformación o evasión. Pero, por lo general, la negación se sitúa a medio camino entre estos extremos. Existe un saber parcial, un saber-sin-saber, un saber suprimido. Quizá suprimimos la conciencia del racismo, no porque hacerle frente sea demasiado doloroso, sino porque no nos importa, porque a la mayoría no nos hiere ni afecta nuestras vidas.[28]” Esta situación se daba en Sudáfrica y también en el mundo, aun existen seguidores de corrientes de racismo en África, en América, en Europa y en general en el mundo, que al participar o negar, sólo hacen que siga existiendo.

La Carta de la Libertad
Adoptada en el Congreso del Pueblo, Kliptown, Sudáfrica, el 26 de junio de 1955
Nosotros, el Pueblo de Sudáfrica, declaramos para que todo nuestro país y el mundo sepan:
Que Sudáfrica pertenece a todos los que habitamos en ella, negros y blancos, y que ningún gobierno puede reclamar autoridad con justicia, a menos que esté basado en la voluntad de todo el pueblo; que una forma de gobierno basada en la injusticia y la desigualdad ha robado a nuestro pueblo su derecho a la tierra, la libertad y la paz; que nuestro país nunca será próspero o libre hasta que nuestro pueblo viva en fraternidad, gozando de iguales derechos y oportunidades; que solamente un estado democrático, basado en la voluntad de todo el pueblo, puede asegurar a todos su derecho, sin distinción de color, raza, sexo o creencia. En consecuencia, nosotros, el pueblo de Sudáfrica, negros y blancos juntos iguales, gente del país y hermanos, adoptamos esta Carta de la Libertad. Y nos comprometemos a luchar juntos, no escatimando ni fuerza ni coraje, hasta que se hayan ganado los cambios democráticos aquí precisados.
¡El Pueblo gobernará!
Cada hombre y mujer tendrá derecho a votar por y a postularse como candidato a todos los cuerpos que hagan leyes; todos podrán participar en la administración del país; los derechos de todos serán iguales, sin importar la raza, color o sexo; los órganos democráticos de auto-gobierno substituirán a todos los cuerpos, concejos y autoridades de gobierno de la minoría.
¡Todos los grupos nacionales tendrán iguales derechos!
Todos los grupos y razas nacionales tendrán el mismo status en los cuerpos del estado, en las cortes y en las escuelas; toda la gente tendrá igual derecho para utilizar sus propias lenguas, y para desarrollar su propia cultura y costumbres populares; todos los grupos nacionales serán protegidos por ley contra insultos a su raza y a su orgullo nacional; la prédica y la práctica de la discriminación nacional, racial o de color serán un crimen punible; todas las leyes y prácticas del apartheid serán abandonadas.
¡El Pueblo compartirá la abundancia del País!
La riqueza nacional de nuestro país, la herencia de los sudafricanos, será devuelta al pueblo; la riqueza mineral, los bancos y la industria monopólica será transferida en su totalidad a la propiedad del Pueblo; el resto de la industria y del comercio serán controlados para asistir al bienestar del pueblo; toda la gente tendrá iguales derechos para comerciar donde ella elija, para fabricar y para participar en todos los comercios, artes y profesiones.
¡La tierra será compartida entre los que la trabajen!
Se eliminará las restricciones a la propiedad de la tierra sobre una base racial serán terminadas, y toda la tierra será dividida entre los que la trabajen para acabar con la hambruna y el hambre de tierra; el estado ayudará a los campesinos con los instrumentos, la semilla, los tractores y las presas, para cuidar el suelo y ayudar a la agricultura; la libertad de movimiento será garantizada a todos los que trabajen en la tierra; todos tendrán derecho de ocupar tierra dondequiera que elijan; no se robará su ganado a la gente, y las prisiones de trabajo forzado agrícola serán suprimidas.
¡Todos serán iguales ante la ley!
Nadie será encarcelado, deportado o restringido sin un proceso justo; Nadie será condenado por la orden de cualquier funcionario del gobierno; las cortes de justicia serán representativas de todo el pueblo; el encarcelamiento será solamente para los crímenes serios contra las personas, y tendrá como objetivo la re-educación, no la venganza; la policía y el ejército estarán abiertos a todos sobre una base igualitaria y serán los ayudantes y los protectores de la gente; todas las leyes que discriminan por razones de raza, color o creencia serán derogadas.
¡Todos gozarán de iguales derechos humanos!
La ley garantizará a todos su derecho a hablar, a organizarse, a reunirse, a publicar, a predicar, a adorar y a educar a sus hijos; la privacidad del hogar ante las redadas policiales será protegida por la ley; todos serán libres de viajar sin restricciones del campo a la ciudad, de provincia en provincia, y de Sudáfrica hacia el extranjero; serán abolidas las leyes y permisos de paso, así como todas las otras leyes que restringen estos derechos.
¡Habrá trabajo y seguridad!
Todos los que trabajen serán libres de formar sindicatos, elegir a sus dirigentes y establecer los acuerdos salariales con sus patrones; el Estado reconocerá el derecho y la obligación de todos de trabajar, y de que se establezcan subsidios para el desempleo completo; hombres y mujeres de todas las razas recibirán igual salario para igual trabajo; habrá una semana de trabajo de cuarenta horas, un salario mínimo nacional, licencia anual paga, usó de licencia por enfermedad para todos los trabajadores, y licencia por maternidad con paga completa para todas las madres trabajadoras; los mineros, los trabajadores domésticos, los trabajadores rurales y los empleados públicos tendrán los mismos derechos que todos los otros trabajadores; el trabajo infantil, el trabajo por conjunto familiar y el trabajo por contrato serán suprimidos.
¡Las puertas del aprendizaje y de la cultura se abrirán!
El gobierno descubrirá, desarrollará y animará el talento nacional para el realce de nuestra vida cultural; todos los tesoros culturales de la humanidad estarán abiertos a todos, por el intercambio libre de libros, de ideas y el contacto con otras tierras; la finalidad de la educación será enseñar la juventud a amar su pueblo y su cultura, para honrar la fraternidad humana, la libertad y la paz; la educación será libre, obligatoria, universal e igual para todos los niños; la Educación Superior y el entrenamiento técnico estarán abiertos a todos por medio de estipendios y becas estatales concedidas en base al mérito; el analfabetismo adulto terminará a través de un plan masivo de educación estatal; los profesores tendrán todas los derechos de otros ciudadanos; la división por color en la vida cultural, en el deporte y en la educación será suprimida.
¡Habrá casas, seguridad y confort!
Toda la gente tendrá derecho a vivir donde elija, a tener viviendas decentes, y a brindar a sus familias comodidad y seguridad; el espacio habitacional sin uso se pondrá a disposición la gente; se bajarán los alquileres y los precios serán bajados, el alimento será abundante y nadie estará hambriento; el Estado pondrá en funcionamiento un esquema de prevención en salud; se proveerá asistencia médica y hospitalización libre para todos, con especial atención para las madres y los niños pequeños; los tugurios serán demolidos, y los suburbios nuevos serán construidos donde todos tengan transporte, calles, luz, espacios de recreación, guarderías y centros sociales; el estado cuidará a la gente de edad, a los huérfanos, a los lisiados y a los enfermos; el descanso, el ocio y la recreación serán el derecho de todos: las localizaciones cercadas y los ghettos serán suprimidos, y los leyes que separan a las familias serán derogadas.
¡Habrá paz y amistad!
Sudáfrica será un estado completamente independiente que respetará los derechos y la soberanía de todas las naciones; Sudáfrica se esforzará mantener paz del mundo y la resolución de todas las disputas internacionales mediante la negociación – no la guerra; la paz y la amistad entre todo nuestro pueblo serán aseguradas manteniendo iguales derechos, oportunidades y estatus; el pueblo de los protectorados Basutolandia, Bechuanalandia y Swazilandia será libre para decidir por sí mismos su propio futuro; se reconocerá el derecho de todos los pueblos de África a la independencia y al auto-gobierno, y ello será la base de estrecha cooperación.
Dejemos que toda la gente que ame a su pueblo y a su país digan ahora dice, como decimos aquí:
POR ESTOS DERECHOS LUCHAREMOS, LADO A LADO, A TRAVÉS DE NUESTRAS VIDAS, HASTA QUE HAYAMOS GANADO NUESTRA LIBERTAD

Steve Biko, escribía “leer la historia de los negros de este país produce desolación. Su historia se presenta simplemente como una larga sucesión de derrotas. Los xhosa eran ladrones que hacían la guerra para robar las propiedades. Los bóers nunca provocaron a los xhosa sino que simplemente realizaron ‘expediciones punitivas’ para dar una lección a los ladrones (…) grandes forjadores de naciones como Chaka resultan ser tiranos crueles que atacaban frecuentemente a las tribus menores sin más razón que alguna finalidad sádica. No solo la historia que se nos enseña carece de toda objetividad, sino que la deformación de los hechos es tal que repugna incluso al estudiante menos informado. Si queremos ayudarnos mutuamente para despertar nuestra conciencia negra, debemos reescribir nuestra historia y presentar en ella a los héroes que constituyeron el núcleo de nuestra resistencia contra los invasores blancos (…) Seriamos muy ingenuos si esperáramos que nuestros conquistadores escribieran una historia imparcial sobre nosotros. Tenemos que destruir el mito que nuestra historia comienza en 1652.[29]” El mito de la historia de todos los sudafricanos, que comienza en el año 1652 es sólo la historia de los afrikaners que forman menos del 10% de la población.
  
Conclusión

            El racismo es un problema histórico, unido a la historia de la humanidad, que se basa en la supuesta superioridad de una raza sobre otra, que con el paso del tiempo no se ha logrado erradicar, y al contrario se ha hecho más común de lo habitual.
            En la actualidad somos testigos de diversos conflictos debidos al racismo, las crisis en medio oriente, las guerras en África, la segregación de la población pobre en las periferias de las ciudades, el problema de los inmigrantes en Europa, etc.
Lejos de desaparecer, el racismo ha cobrado más fuerza, y hoy lo podemos ver incluso en nuestro país, con el nacionalismo que aflora por las demandas limítrofes de los países vecinos, en donde se exalta la nacionalidad y se recurren a viejas y refutadas teorías biológicas de las razas.
“Por naturaleza, el individuo se identifica con referencia al grupo al que pertenece. Piensa más bien como “familia” y “nosotros”, y aprende a ver a los demás como extranjeros, forasteros, invitados o enemigos. Pero, de enorgullecerse de los logros de “nuestra” nación, clan o equipo de fútbol, a considerar a los demás como contrarios no hay más que un simple paso, y apenas otro paso más lleva a considerar a otros grupos y a sus miembros como menos merecedores, inferiores, menos humanos, no verdaderamente humanos. Cuando se llega a este punto, la proyección de un sentido natural de identidad para excluir a otros y negarles su humanidad pasa a ser patológica.[30]
Es aquí cuando surge el racismo, y todo el aparato jurídico y político para mantenerlo, como surgió en Alemania nazi y como también imito Sudáfrica con el Apartheid. Ambos regímenes tienen similitudes, ambos manipularon la historia para justificar el racismo, y ambos se basaron en teorías biológicas para demostrar su superioridad. Además los dos crearon e institucionalizaron una forma de apartheid, los nazis con los ghettos y luego los campos de concentración y los afrikáners con la segregación en los homelands de los negros.
            En Sudáfrica, en febrero de 1990 el gobierno liberó a Nelson Mandela después de veintiocho años de prisión, levanto las sanciones contra los opositores al apartheid, y legalizo el Congreso Nacional Africano.
            A pesar de que Sudáfrica formaba parte de la Organización de Naciones Unidas, siempre apelo al artículo 2 párrafo 7 de la carta de la ONU, que establece la no intervención en los problemas internos de los estados miembros, por lo que nunca se pudo intervenir en su situación interna, dejando desamparados a la población negra.
            Resulta un tanto paradójico que la ONU haya respetado este punto, siendo que en los últimos años uno de sus países más influyentes, Estados Unidos, ha intervenido en varios conflictos internos de otros países, por lo que también se puede entender que en realidad la comunidad internacional si bien condenaba el apartheid, también tenía intereses creados en la zona, si realmente querían acabar con la segregación, podrían haberlo hecho mucho antes.
Con la llegada al poder de Nelson Mandela, una de las primeras medidas fue la creación de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, basada en la vieja tradición sudafricana de Ubuntu. Es en este periodo cuando cobra importancia la tradición africana llamada Ubuntu. La palabra “ubuntu” es de origen zulú y xhosa, significa a grandes rasgos “humanidad”, “sentido comunitario” y también se entiende como un “lazo universal” que vincula a todos los seres humanos. La traducción literal de Ubuntu es: "Yo soy porque ustedes son”. Partiendo de la definición de Ubuntu, el que comete un “crimen” se aparta de la “humanidad”, o sea deja de ser humano. Pero al mismo tiempo esa acción tiene un efecto en todos los seres humanos. Por lo tanto la única forma de “restablecer el equilibrio” es “humanizar” al “perpetrador”.
Esta comisión permitió que se esclarecieran muchas desapariciones, en ella se confrontaban ambas partes, la víctima y el perpetrador, donde este último solicitaba el perdón de la víctima, reconociendo el daño causado, así se restablecía el equilibrio.
“La persona que es objeto de racismo experimenta los sentimientos más profundos de ofensa, humillación, vergüenza y dolor. El racismo es la negación de su derecho a ser considerada totalmente humana. En este sentido, las personas que padecen racismo son las que mejor situadas están para decidir si un comportamiento o lenguaje es racista o no lo es. Las normas y las leyes para resolver la discriminación racial que no reflejen la experiencia de las víctimas no serán apropiadas ni efectivas.[31]
            Si bien se logró suprimir el apartheid, los problemas en Sudáfrica continúan, aún queda la ideología racista arraigada en parte de la población blanca, y aunque se han dado pasos, falta mucho camino para lograr la verdadera igualdad.

Bibliografía

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  •        Ross, Robert. Historia de Sudáfrica. Ediciones Akal. Madrid España, 2006



[1] Mateos Martín, Oscar. África, el Continente Maltratado, Guerra, Expolio e Intervención Internacional en el África Negra. Publicado en el nº 137 de los Cuadernos de Cristianisme i Justicia. Barcelona, 2005.
[2] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp. 231-240.
[3] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp. 231-240.
[4] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp. 231-240.
[5] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp. 231-240.
[6] Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Madrid, España, 2012.
[7] Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Madrid, España, 2012.
[8] Max, Alphonse. Sudáfrica ¿Problema racial, o estratégico? Edición Ecler, conjuntamente con el Instituto de Estudios Internacionales. Montevideo, Uruguay, 1986. Pág. 31
[9] Mandela Nelson. La Lucha es mi Vida. Ediciones 29. Barcelona, 1988. Pág.31
[10] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 25
[11] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 26
[12] Raoul, Marion. Declaración Universal de Derechos Humanos y Realidades Surafricanas. Editorial Serval y Unesco. Barcelona, 1984. Pág. 14
[13] Calvocoressi, Peter. Historia Política del Mundo Contemporáneo. Ediciones Akal. Madrid España, 1999. pág.613-614
[14] Bartlett, Vernon. La Lucha por África. Editorial del Pacifico. Santiago, Pág 49
[15] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág.30
[16] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 31
[17] De Beer, Z. J. Sudáfrica y el problema de las razas. Editorial Universitaria. Buenos Aires, 1963. Pág. 22
[18] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 36
[19] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 53
[20] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 12
[21] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 53
[22] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 80
[23] Amenós, Carrére y Martínez, José María, Gustavo y Carmen. Política y Apartheid III. El contexto histórico de la esclavitud y el racismo en la República de Sudáfrica. Fundación Psicología y Cristianismo. c/ Museo, núm. 26, Barcelona.
[24] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 108
[25] Max, Alphonse. Sudáfrica ¿Problema racial, o estratégico? Edición Ecler, conjuntamente con el Instituto de Estudios Internacionales. Montevideo, Uruguay, 1986. Pág. 59
[26] Consejo Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix, Suiza, 2000. Pág. 12 y 13
[27] Consejo Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix, Suiza, 2000. Pág. 18
[28] Consejo Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix, Suiza, 2000. Pág. 6
[29] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág.136
[30] Consejo Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix, Suiza, 2000. Pág. 3
[31] Consejo Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix, Suiza, 2000. Pág. 3