domingo, 30 de octubre de 2005

Las Últimas Horas del Führer: La Caída


Hace 60 años en abril de 1945, Adolf Hitler pasaba los últimos días de su vida escondido en un sótano de concreto a 15 metros de profundidad. Las batallas del frente oriental ya no ocurrían en Rusia o en Polonia sino en Berlín. El ejército soviético estaba apenas a unas cuadras de distancia de los búnkers del Führer.
La Caída es una de esas películas obligatorias que no se puede dejar de ver, es una cinta dura y realista que muestra el fin del régimen nazi. Este film alemán, dirigido por Oliver Hirschbiegel, muestra los últimos 12 días en la vida de Hitler. Este film muestra con esmero casi documental los últimos días en la vida de Hitler (Bruno Ganz), los cuales transcurrieron en su famoso búnker subterráneo mientras la ciudad de Berlín era tomada violentamente por el ejército ruso durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial.
La historia sigue el punto de vista de Traudl Junge (Alexandra Maria Lara), una joven que trabajó como secretaria de Hitler durante ese período, para posteriormente escribir un libro sobre sus experiencias. Así, a través de los ojos de Junge vemos los contrastes de Hitler; su afecto por su perra Blondi, su cortesía con el personal de servicio y su afabilidad con la misma secretaria. Pero también vemos su instantánea furia contra quienes lo contradicen, su paranoia, y los desvaríos a los que se aferraba ferozmente para convencer a los demás de que el triunfo de Alemania estaba próximo, aunque era evidente para todos que la situación era exactamente lo contrario.
La trama esta basada en dos libros que se centran en los momentos finales de Hitler: "El derrumbe: en el bunker de Hitler, los últimos días del Tercer Reich", del historiador Joachin Fest y "Hasta la hora final: la última secretaria de Hitler”, de Traudl Junge.
Hay que destacar que el director no cambió un solo hecho de los que se mencionan en los libros de historia y documentales acerca del final del régimen nazi, algo que no es muy común en el cine.
La Caída llega a todo el mundo despertando polémicas, la crítica más frecuente reitera que la película convierte a Hitler en un ser de carne y hueso, ya que nos presenta a un tirano senil que convoca ejércitos inexistentes para defender las últimas posiciones nazis sobre Berlín.
El propósito de "La Caída" no es de ninguna manera sembrar simpatía por sus famosos protagonistas, simplemente pretende humanizar y mostrarnos que debajo del célebre villano había una persona con abundantes rasgos de humanidad que todos compartimos.
La historia cinematográfica de la Segunda Guerra Mundial ha sido recordada por las víctimas y los vencedores. El hundimiento ofrece la versión de los verdugos.
Desde hace 60 años, Alemania ha luchado por encarar los fantasmas de su pasado, los alemanes han hecho un esfuerzo colectivo para asumir la responsabilidad de su vergüenza histórica. La Caída usa el lente de la cámara para mirar a los ojos a esta pesadilla colectiva.
De un realismo conmovedor impregnado indudablemente de la corriente expresionista alemana de la cual el film es deudor, una estética sin concesiones, implacable, poco entendible para los amantes de la estética americana, que seguramente la ven como una simple película de guerra.

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