Actualmente 31 países ubicados en África y cercano oriente, se encuentran en condición de estrés o tensión hídrica, y por lo menos un tercio de la población mundial ha presentado conflictos sociales, políticos, económicos o ambientales cuya causa principal es la cantidad o calidad de los recursos hídricos disponibles. Para el año 2025 se estima que el 35% de la población mundial, correspondiente a 48 países con un total aproximado de 2.800 millones de habitantes, estarán en la categoría de países con “escasez de agua”, y aproximadamente el 70% de la población mundial presentará diversos grados de conflictividad por este recurso.
El Agua es un elemento
esencial en nuestro planeta. Sin agua no hay vida. Por esta razón, en la
mayoría de los pueblos y culturas, el agua es el origen y fundamento de la vida
y su acceso es considerado en muchas culturas como un derecho humano fundamental.
El agua constituye el elemento
articulador de todos los sistemas vivos del planeta, además de ser un recurso
natural único, finito e indispensable para todo organismo vivo. También es un
elemento fundamental para el cultivo de alimentos y para gran parte de las
actividades económicas y productivas del hombre.
Sin embargo, el agua es un
recurso escaso y se distribuye de manera desigual. El 70% de la superficie del
planeta es agua y el 30% restante corresponde a los continentes. Del total de
agua existente en el planeta, el 97% corresponde a agua salada y sólo 3% a agua
dulce; pero de ella sólo el 22,94% está disponible para los ecosistemas y el consumo
humano y animal. El 77,06% restante está congelado en los glaciares y en los
Polos. Los glaciares se presentan en zonas montañosas y juegan un rol
fundamental en la regulación hídrica de las cuencas, y a su vez son un factor
importante en el abastecimiento humano en regiones que presentan grandes
densidades de población, y que frecuentemente se ven enfrentadas a períodos de
escasez de agua.
Actualmente existen problemas
de disponibilidad y calidad de aguas, ya que el 20% de la población mundial
carece del agua necesaria para una vida sana y segura y se espera que al año
2025 la carencia de agua afecte a 35% de la población mundial, debido al
aumento de la población y a consecuencia del Cambio Climático.
El agua se está convirtiendo
en un recurso cada vez más escaso a nivel mundial, especialmente en zonas
áridas y en aquellas regiones donde la degradación del ambiente ha interrumpido
su almacenamiento natural. Dos son los factores que afectan la disponibilidad y
calidad del agua dulce en el planeta: el aumento de la actividad humana y la
contaminación.
Actualmente han aumentado a
nivel mundial los conflictos en torno al acceso al agua, esto ha llevado a
tomar conciencia sobre la importancia del cuidado y mantenimiento de las
diversas fuentes naturales de este recurso, entre ellas los glaciares.
Chile
es un país privilegiado en cuanto a la disponibilidad de recursos hídricos
superficiales a nivel mundial, y cuenta con una de las mayores reservas en
Campos de Hielo Norte y Sur. Además es posible encontrar glaciares en toda la
zona cordillerana, desde el norte hasta el sur del territorio nacional.
Sin embargo, el agua está
irregularmente distribuida a nivel nacional, debido a la diversidad geográfica
y climática del territorio. Mientras la zona norte del país es muy árida, con
una disponibilidad de recursos hídricos menor a 500 metros cúbicos por
habitante al año, en la zona sur existe gran abundancia, alcanzando en algunas
regiones niveles de disponibilidad hídrica que superan los 160.000 m3/habitante/año.
Conflictos en
Torno al Agua
Las regulaciones para el
acceso y la gestión del agua en Chile, están determinadas por el Código de
Aguas de 1981, dictado por el régimen militar, el cual define el agua como “un
bien nacional de uso público”, pero al mismo tiempo como” un bien económico”,
autorizando la privatización del agua a través de la concesión de derechos en
forma gratuita y a perpetuidad, no fijando límites a dicha concesión.
Este mecanismo de transacción
de derechos de agua entre privados, favoreció una extrema concentración de la
propiedad de este recurso, a tal punto que actualmente solo 3 empresas
concentran la propiedad del 90% de los derechos de agua para generación
eléctrica a nivel nacional.
La escasez de agua en la zona
norte del país, y las inapropiadas regulaciones sobre el acceso y propiedad de
las aguas, han confrontado en las últimas décadas, a las comunidades locales
indígenas y campesinas con las empresas mineras, cuyas explotaciones y faenas
se concentran en esas regiones.
El incremento en la
explotación de los recursos hídricos superficiales y subterráneos en el centro
del país, por empresas mineras, hidroeléctricas y agroindustriales, ha
provocado la degradación de las cuencas hídricas más importantes, generando una
creciente tensión entre las actividades mineras y la agricultura; y entre el
turismo y los proyectos hidroeléctricos. También se ha provocado un
desabastecimiento de agua potable en los poblados rurales, lo que afecta a las
comunidades campesinas, muchas de las cuales deben ser abastecidas por camiones
aljibe en épocas de verano y periodos de sequía.
Además la concentración de la
propiedad de las aguas en manos de empresas hidroeléctricas en la zona sur, y
la contaminación de las mismas por las plantas de fabricación de celulosa, ha
generado graves conflictos entre las generadoras eléctricas y las comunidades
mapuche en los territorios cordilleranos; y entre las empresas forestales y las
comunidades urbanas y costeras, las cuales han resultado gravemente afectadas
por eventos catastróficos de contaminación de las aguas, y dañado actividades
económicas locales como el turismo, la pesca y los cultivos marinos.
Los Glaciares
como Esperanza
Un glaciar es “toda masa de
hielo perenne, formada por acumulación de nieve, cualquiera sean sus
dimensiones y su forma (…) que fluye bajo su propio peso hacia las alturas
inferiores”. La formación de glaciares se debe al proceso de trasformación de
nieve a hielo, conocido como diagénesis. Este proceso se genera por
apisonamiento de hielo en sucesivos estratos de acumulación, con su
consiguiente pérdida de burbujas de aire, aumentando la densidad de los granos
que lo constituyen, pasando de textura suave y esponjosa a granular y más dura.
Los glaciares son fundamentales
para los ecosistemas circundantes ya que proveen de agua a las actividades
agrícolas, industriales y a los asentamientos humanos, además determinan el
clima local.
Los glaciares son una fuente
de agua, capaces de regular el régimen hídrico de las cuencas, en ellos se
acumula nieve en los periodos de mayores precipitaciones, y aportan agua a las
cuencas en estaciones más secas, en períodos de déficit hídrico, junto con las
aguas subterráneas y las obras de acumulación realizadas por el hombre, son las
únicas formas de abastecer a la población, las ciudades y la agricultura aguas
abajo.
Por esta razón actualmente en
Chile existe la preocupación por la situación futura de los glaciares, debido a
la reciente amenaza de que han sido objeto por proyectos mineros y a los altos
grados de vulnerabilidad de las reservas de agua dulce en zonas andinas a los
que se han visto enfrentadas debido al retroceso de los glaciares,
particularmente en latitudes medias, por los posibles efectos del cambio
climático y a las intervenciones directas e indirectas de los proyectos
productivos, principalmente mineros, que se desarrollan en zonas andinas. En
nuestro país no existe una normativa que proteja los glaciares y regule las
actividades desarrolladas en sus cercanías.
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