El régimen de segregación racial conocido como
apartheid tuvo sus orígenes en el siglo XIX con la finalización de las guerras
anglo-boers, y a partir de ahí se comenzaron a implantar leyes segregacionistas
contra la población no blanca.
La presente investigación trata la problemática sudafricana
del sistema socio-político de segregación, apartheid, implantado en 1949, el
cual basaba su sistema social en base a las razas, segregando a los negros en
comunidades, quitándoles sus tierras y derechos, a través de un sistema
jurídico avalado por el estado, el cual violaba las normas establecidas por la
comunidad internacional en materia de protección de los derechos humanos.
El apartheid se basa en la doctrina del racismo, y sus
planteamientos mal interpretaban teorías biológicas como la selección natural,
la evolución y las teorías de las razas. Además manipulaba los hechos para
contar una historia favorable a la minoría blanca, creando una historia oficial
y enseñándola a través de su sistema educativo, iglesias y medios de
comunicación.
Esta investigación se enfoca en el discurso que
imponía la minoría blanca para controlar el estado y así poder ejercer el
control sobre la población negra.
Palabras
Claves
Apartheid – Sudáfrica – Afrikáner - Racismo
Abstract
The African continent throughout history has
always been seen as worlds periphery, European powers divided their land to
extract natural resources, minerals and "people", and established
colonies to safeguard their interests. Colonialism established slavery as a
system, which created and perpetuated discrimination based on race.
The system of racial segregation known as apartheid
had its origins in the nineteenth century with the finalization of the
Anglo-Boer wars, and from there began to implement segregation laws against
non-whites.
The present research deals with the problems of
the South African socio-political system of segregation, apartheid, introduced
in 1949, which based its systems around the races, segregating blacks in
communities, taking away their lands and rights, through a legal system
guaranteed by the state, which violated the standards established by the
international community regarding the protection of human rights.
Apartheid was based on the doctrine of racism,
and their approaches misinterpreted biological theories such as natural
selection, evolution and theories of race. In addition manipulated the facts to
tell a story favorable to the white minority, creating an official history and
teaching through its educational system, churches and media.
This research focuses on speech imposed by the
white minority to control the state so they can exercise control over the black
population.
Key
Words
Apartheid - South Africa- Afrikaner - racism
Introducción
Hasta que los
leones tengan sus propios historiadores,
las historias
de caza siempre glorificarán al cazador
Proverbio africano (Yoruba, Nigeria)
“Casi
nunca se recuerda que África es la cuna
de la Humanidad. Los primeros fósiles homínidos más antiguos fueron
hallados en las hoy Tanzania y Etiopía, al este del continente. Desde allí, el
hombre emigró hacia el resto del planeta, evolucionando su ser y su cultura de
acuerdo con el entorno al que llegaba. Del mismo modo, suele obviarse la
compleja y rica historia política que los siglos previos a la colonización
albergó esta tierra con el surgimiento de los diferentes imperios, reinos y estados (Ghana,
Malí, Songhay, Mossi, Bunyoro, Buganda, Rwanda, estados Haussa, entre otros
muchos) que marcaron el esplendor de todo el continente. Un esplendor que
inició su decadencia a partir del siglo XVII, coincidiendo con la llegada de
los primeros europeos.[1]”
Muy poco es lo que habitualmente se conoce de Sudáfrica
(la nación del arcoíris), país ubicado en el extremo sur del continente, y que
recientemente cobro fama al ser el país organizador del mundial de futbol el
año 2010. Pero su historia reciente marcada por la lucha racial no deja
indiferente.
“Los
primeros europeos en implantarse en aquellas tierras australes fueron los
holandeses, cuyos descendientes, los boers, disputaron la colonización a los
ingleses, que allí llegaron atraídos por la estratégica posición del cono sur
africano en la confluencia de dos importantes océanos y por sus enormes
riquezas minerales. Enfrentada entre sí y reprimiendo sangrientamente la
resistencia nativa, la colonización de boers y británicos, inicialmente implantada
en enclaves costeros, avanzó hacia el interior del territorio llegando más allá
de los ríos Orange y Vaal, a tierra zulú.[2]”
En
“1852 había cuatro estados constituidos en Sudáfrica: Cabo y Natal, colonizados
por ingleses, y Transvaal y Orange, por los boers. Estos últimos, muy conservadores,
y sintiéndose elegidos de Dios en la misión del dominio del África, pese a las
presiones de Gran Bretaña rehusaron sistemáticamente todo acuerdo de unidad.[3]”
A
fines del siglo XIX se expandió el proceso de colonización hacia zonas
interiores y las dos provincias boers son sometidas por Gran Bretaña (conflicto
anglo-boer). En 1909 nace la Unión sudafricana.
“Hasta
la segunda guerra mundial los veteranos del conflicto anglo-boer de 1900
nucleados en el Partido Unido, de los generales (boers) Smuts y Hertzog,
detentan el poder en Sudáfrica. En 1948, muerto Smuts, hecho que podría tomarse
como referencia para señalar el cambio, accede al gobierno el Partido Nacional
y con los ideólogos Verwoerd, entonces Primer Ministro, y Werner Eiselen,
Secretario de Asuntos Nativos, surge y se fortalece el nacionalismo racista que
crea el "apartheid". Esta es la ideología que domina el Partido
Nacional desde 1948 hasta el presente, años en los que ininterrumpidamente se
mantuvo en el poder.[4]”
“A
partir de la post-guerra comienza el "desarrollo autónomo" o separado
de razas impuesto por la minoría dominante. "Apartheid" es una
palabra compuesta por una raíz inglesa "apart" (aparte) y la
terminación "heid" que en holandés significa rebaño o ganado.
Literalmente, pues, se la puede traducir por "rebaño aparte" y no
requiere mayores comentarios.[5]”
Durante casi cuarenta y dos años Sudáfrica vivió en un
sistema de Apartheid, en donde la mayoría negra era víctima de una negación a
sus derechos fundamentales, todo el poder estaba concentrado en una minoría
blanca. La gran mayoría de los sudafricanos no participaban en la elección del
gobierno y no tenían derecho a intervenir en la vida política del país. Eran
víctimas de discriminación en todos los aspectos de su vida, en el trabajo, en
la educación, en su vida familiar, etc. Este era el resultado de la aplicación
de la ley, en un estado racista, con un sistema de leyes promulgadas para
privar a los negros de sus derechos y libertades fundamentales.
Nombres como Nelson Mandela y Steve Biko son referentes
en el proceso de democratización de los últimos años en la nación africana, una
de los países con mejores ingresos del continente africano.
En esta investigación trataremos el discurso asimilado
y difundido de la minoría blanca para validar el estado de apartheid en
Sudáfrica, desde una perspectiva histórica.
Desarrollo
El racismo ha sido definido como una “doctrina
antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha
motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior[6]” y como la “exacerbación
del sentido racial de un grupo étnico, especialmente cuando convive con otro u
otros.[7]”
A lo largo de la Historia, la
humanidad ha sido protagonista de muchos casos de racismo, en donde por miedo
al otro o por un sentimiento de superioridad, éste se desarrolla. Esto lo
podemos ver desde la antigüedad con las primeras civilizaciones, en donde se
tomaban por esclavos a ciertas etnias o grupos, también se ve en el caso griego
y romano, en donde se les denominaba bárbaros a los grupos que vivían fuera de
los límites de las ciudades o del Imperio.
Esta situación se acrecentó con las
colonizaciones en el siglo XVII a otros continentes, subyugando a otros pueblos
y transformándolos en dominados, perdiendo muchas veces sus derechos, sus
territorios e incluso sus culturas, y en muchos casos asimilándose a la cultura
dominante pero sin gozar de todos los derechos.
Con la aparición de las teorías
biológicas de la evolución basadas en la selección natural de Darwin, que
postulaban la competencia por la supervivencia de los individuos, y que fue
simplificada en la “supervivencia del más apto”, pronto fue mal interpretada
originando diversas teorías como el Darwinismo Social, que aplicaba a la
sociedad la teoría biológica de Darwin y la eugenesia, la disciplina encargada
de la mejora biológica de la especie humana, lo que dio pie al nacimiento de
nuevas teorías racistas.
Más tarde en el siglo XIX el filósofo
francés Gobineau en su libro “Ensayo sobre la Desigualdad de las Razas Humanas”
propuso la supremacía de unas razas sobre otras de acuerdo a un estudio que
comparaba los distintos grupos étnicos de Europa, Asia y África. Este estudio
posteriormente fue utilizado por los Nazis para justificar la supremacía aria
sobre otros grupos étnicos.
Durante el siglo XX se han exacerbado
los sentimientos de racismo en la sociedad, la humanidad ha sido testigo del
holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial, la masacre de la minoría tutsi en
Ruanda, la limpieza étnica emprendida por los serbios en la antigua Yugoslavia y
el apartheid en Sudáfrica, de este ultimo profundizaremos.
El apartheid se institucionalizó en 1948 y terminó en
1990, duro cuarenta y dos años, fue impulsado por el partido nacionalista que
ganó las elecciones de 1947, aunque sus raíces vienen de mucho antes con la
llegada de los colonos holandeses e ingleses a las costas de El Cabo en el 1652,
y que se vio legitimada en los años 20 con el gobierno de Hertzog, que
fomentaba la “segregación para los negros y una segregación modificada para
indios y mestizos[8]”.
El término “apartheid, palabra afrikaans que significa
segregación, es el nombre dado por el gobierno de la República de Sudáfrica a
su sistema de segregación, opresión y explotación raciales. Este sistema
permite a los blancos, que suman menos de la quinta parte de la población,
tener bajo su control los asuntos de la república.[9]”
Ya con la llegada de los colonos holandeses se puede
ver que “la
doctrina de la separación aparece -por lo menos en el plano de su realización- como
el refuerzo y el perfeccionamiento de un sistema de discriminación racial
implantado en las costumbres desde principios del siglo XVIII con la teoría
afrikaner del baaskap (superioridad blanca), y en la ley desde el siglo XIX con
las leyes británicas sobre los “salvoconductos” (pass laws) y sobre “amos y
servidores” (masters and servants)[10]”,
las cuales aplicaban restricciones de viaje a los negros, y establecían una relación
entre amo y ciervo en el ámbito laboral.
En 1913 fue promulgada el acta de tierras que despojaba a
los negros de las mejores y más fértiles tierras y los obligaban a trasladarse
a los homeland o bantustanes, que eran reservas tribales para los negros. El
gobierno de Sudáfrica en 1959 institucionalizó estos bantustanes en estados
autónomos, para otorgar la ciudadanía a los negros que residían en ellos, así
los negros ya no eran ciudadanos sudafricanos, sino ciudadanos de otro estado y
estaban de paso por Sudáfrica, por lo que debían usar pasaporte para ir a
trabajar a los estados blancos en donde se ubicaban la mayoría de las
industrias y minas.
“El objetivo final del apartheid es la división política
de la actual República de África del Sur en once estados independientes. Diez
“estados negros” llamados primeramente bantustanes y actualmente “homelands” u
hogares nacionales, cada uno de los cuales corresponde a una subdivisión
étnica, agruparían en conjunto al 72% de la población total actual, aunque
entre los diez abarcarían únicamente el 13% de la superficie total.
Estos diez “estados” participarían en una federación
económica dirigida por el undécimo estado (blanco), integrado por una mayoría
blanca (16,5% de la población actual) y dos minorías: mestizos (10% de la
población actual) e indios (2.9%), considerados como ciudadanos de segunda
clase sin derecho a participar en la elección del Parlamento nacional.[11]”
Se impulsaron leyes que acentuaron la segregación racial
impuesta por la South African Act de 1909 en donde los miembros del
parlamento debían ser descendientes europeos, “en 1961 la Unión Sudafricana se
convirtió en República surafricana y abandono la Commonwealth. La nueva
constitución adoptada en esta ocasión ha conservado intacta la supremacía del
parlamento únicamente elegido por los blancos.[12]”
Sólo los blancos votaban y podían ser elegidos para integrar el parlamento, de esta manera a los negros se les negaba toda posibilidad de participación
política, esto explica porque los blancos siendo minoría pudieron implantar el
sistema del apartheid y controlar el Estado.
También se impulso la ley del Colour Bar Act en 1977, en donde se reservaban los
empleos profesionales a los blancos, dejando a los negros los trabajos no
profesionales, otra medida política contra los negros fue la ley de trabajos de
nativos de 1953 en donde se proscribía a los sindicatos bantúes y se negaba el
derecho a huelga de los trabajadores negros, los negros no podían permanecer
por más de 72 horas en las áreas blancas sin pase, en el plano de la educación
se implanto las leyes de educación en donde se asignaban escuelas y
universidades separadas para las distintas razas, en 1959 se sumo la ley de Extensión de la Educación que
prohibió la matrícula de estudiantes no blancos en las universidades.
Otras
medidas impulsadas por el apartheid que afectaban la vida cotidiana de los
negros fueron: el decreto de registro de población de 1950, que clasificaba por
razas a todos los ciudadanos y debía registrarse a todos los negros, la prohibición
de los matrimonios mixtos de 1949 que prohibía los matrimonios entre razas
diferentes y la ley de inmoralidad de 1957, que prohibía las relaciones sexuales
entre diferentes grupos raciales.
Sudáfrica es un país rico en minerales, y se necesitaba
mano de obra para extraerlo, los blancos no podían asimilar toda esa carga
laboral, por lo que “El elemento africano era esencial dentro del Estado, ya que
se necesitaba mano de obra negra en la industria y ésta podía conseguirse
barata debido a la escasez de trabajo en las reservas nativas (que abarcaban la
decima parte de la superficie del Estado y se suponía en teoría que daban cabida
a todos los africanos, aunque de hecho no podían a más de la mitad de ellos).
La raza negra se convirtió en sinónimo de degradación económica; un negro era
un obrero del que se podía y debía disponer a un bajo salario. Y la degradación
económica condujo a la degradación social, ya que los africanos fueron
hacinados en lugares sórdidos, lo que genero un sentimiento de vergüenza hacia
sí mismos, así como criminalidad.[13]”
“El apartheid como política es desastrosamente
diferente al apartheid como teoría, (…) bajo él (apartheid) el europeo de la
Unión debería aprender a hacer su propio trabajo servil, como en su continente
de origen, y que al nativo debería entregársele suficiente tierra como para
desarrollar su propia personalidad en forma total.[14]”
Los impulsores del apartheid creen en la “la superioridad absoluta de
la raza blanca y la necesidad de salvaguardar su supremacía política y
económica constituyen los dos pilares
fundamentales de la ideología del apartheid... En South África 1977, por ejemplo,
se dice: “La nación blanca es el grupo más adelantado del país en lo cultural,
en lo económico y en lo político (…) En cambio, las diversas naciones negras
pueden describirse en general como pueblos en vías de desarrollo.[15]”
Por lo cual los blancos deben asistir a los negros y separar las razas para así
lograr un desarrollo separado en iguales condiciones.
“La ideología racista del apartheid se encuentra así
ocultada por estos dos temas más nobles: a) la diversidad de los pueblos y b)
la misión de asistencia confiada a la raza blanca.[16]” Y
bajo estas premisas defienden el apartheid hacia la población negra, a la vez
crean mitos para proteger el sistema que han creado.
A pesar de la oposición
de la comunidad internacional desde la creación de la ONU y la aprobación de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, formulada en 1948 que sostiene la
igualdad de los hombres, aun así Sudáfrica se ha mantenido al margen, “¿Cómo se
explica, entonces, que esta política desacreditada haya logrado mantener
durante todos estos años el apoyo de la masa de las personas de habla afrikaans,
incluyendo escolásticos e intelectuales? Primero y ante todo, porque provenía
del movimiento nacionalista y se le identificaba, por lo tanto, con la mística
de la unidad afrikáner. Segundo, porque la mayoría de las personas de habla
afrikaans se halla ante un terrible dilema en todo lo concerniente a la
cuestión racial. Ellos saben que es imposible justificar la discriminación por
motivos raciales solamente; pero, por muchas razones históricas y psicológicas,
les repugna la perspectiva de integración en una sociedad multirracial. En este
conflicto entre la conciencia y el instinto, la separación parece constituir
una salida. A medida que su fracaso se hace más evidente, reviste mayor
urgencia la necesidad de una opción.[17]”
Las bases de las creencias afrikáneres acerca del
apartheid se basan en “la historia (...) la lengua afrikaans y la religión
protestante calvinista son los elementos esenciales de la identidad afrikáner.
En realidad, lo que constituye la originalidad de la
sociedad afrikáner hace también que su comprensión sea particularmente difícil
para los extranjeros, sobre todo para los formados en el pensamiento laico. En
efecto, estos tres elementos son perfectamente indisociables: la lengua
afrikaans es el vehículo exclusivo de la historia y de la religión afrikáner;
la historia, presentada tradicionalmente como la de un pueblo elegido y
establecido por Dios en la extremidad austral de África para cumplir una misión
divina, se basa en la fe calvinista de los primeros colonos holandeses,
alemanes y franceses llegados en el siglo XVII; por último, la religión ha
estado siempre, según el modelo establecido por Calvino en Ginebra,
estrechamente vinculada a la política.[18]”
Para explicar las justificaciones históricas de los
defensores del apartheid “el historiador afrikáner F. A. Van Jaarsveld al
tratar de resumir la concepción afrikáner de la historia (sostiene): “La imagen
que tiene el afrikáner de su pasado se apoya en los valores políticos
nacionales y en bases bíblicas. Esta es quizá la razón de su sesgo político y
moralizante.[19]”
“La extraordinaria amalgama histórico-religiosa que
caracteriza la “identidad” afrikáner se debe a que la Biblia constituyo durante
250 años el único alimento cultural para aquellos que no vivían en las cercanías de El Cabo.[20]”
“En la Biblia, los textos más cargados de sentido son los
que hablan del pueblo elegido (Israel) ya que los afrikáners se consideran a sí
mismos como establecidos por Dios en África para cumplir una misión divina.[21]”
Para
justificar su superioridad los blancos han creado una serie de mitos en torno
al apartheid, entre ellos podemos encontrar el mito de las migraciones
simultaneas, el cual según la historiadora Marianne Cornevin, justifica el
reparto de tierras en Sudáfrica, y que refuta en su libro “Apartheid: Poder y
Falsificación de la Historia”, en donde la autora indica “está probado
científicamente desde hace veinte años que los negros llegaron primero. Las
dataciones recientes mediante el carbono 14 permiten concluir que los pueblos
de lengua bantú, antepasados de los negros sudafricanos, se establecieron en el
Transvaal septentrional en el siglo III, es decir mil cuatrocientos años antes
de la instalación de los blancos en El Cabo.[22]”
Este
mito ha sido refutado por los científicos, indicando que “los diversos
hallazgos arqueológicos, entre ellos el hombre fósil de Asselar, fechado en el
Pleistoceno superior por los paleontólogos Boule y Vallois presenta rasgos
negroides que se asemejan a los bantúes y hotentontes, tribus que se
establecieron en lo que hoy es Sudáfrica y Namibia, tras migraciones hace
varios milenios, procedentes de la región de los lagos africanos.[23]”
Por lo que los negros serian los primeros pobladores de Sudáfrica, no así los
blancos que llegaron en 1652.
Para justificar su mito las publicaciones oficiales
coinciden en que el encuentro entre ambas razas se produjo con las migraciones
de los europeos al interior del continente y las migraciones de las poblaciones
negras venidas desde el norte del continente al mismo tiempo que los europeos.
En las publicaciones extranjeras “los libros escritos sobre África del Sur por
autores no sudafricanos hacen empezar la historia con el descubrimiento del
Cabo de Buena Esperanza por Bartolomé Días en 1488 y no hablan de los negros
sino a partir de su encuentro con los blancos hacia 1770.”
Una situación ligada a este mito es la creencia afrikáner
de la atribución de tierras vacías sin amo, de forma que no se perjudico a
nadie cuando se proclamaron dueños de ellas, el despoblamiento se debía a las
continuas guerras tribales entre las poblaciones negras, según Cornevin “es
evidente que después de la salida de Mzilikazi hacia la actual Zimbabwe en
noviembre de 1837, los sotho regresaron en masa a tierras de las que habían
sido expulsados por los ndebele. Es evidente también que por su escaso número
(menos de 5.000 personas) y su gran dispersión, la población blanca del
Transvaal era incapaz en esa época de controlar o incluso de evaluar la población
negra.[24]”
Otra justificación que emplean los afrikáners para
defender el apartheid se fundamenta en que la llegada de los blancos salvó de
la destrucción a los negros y tuvo un efecto estabilizador en las relaciones étnicas.
Al momento del encuentro entre blancos y negros, las tribus ya habían pactado
la paz.
Además justifican la creación de los homelands
fundamentando que corresponden a los territorios históricamente ocupados por
los negros, y resultado de las guerras tribales y disputas de sucesión, siendo
que la población negra históricamente se asentó en las tierras más fértiles del
país, siendo despojadas por los afrikáners en el proceso de segregación.
Alphonse Max en su libro Sudáfrica ¿problema racial, o
estratégico? Asegura que la situación en Sudáfrica durante el periodo del
apartheid era normal, se establecieron leyes para fomentar la prosperidad no
blanca, y que los disturbios causados por una minoría negra del C.N.A.
correspondían a terroristas vinculados con el partido comunista, y con la URSS,
que tenia pretensiones en la zona, indicando que “pretenden luchar por los
legítimos derechos de la población negra; pero en realidad su verdadero propósito
es la toma del poder por medios violentos para la instauración del
marxismo-leninismo en uno de los puntos más estratégicos del planeta.[25]”
Esta creencia muy difundida por los medios de
comunicación y por el gobierno de la época, indicando que los grupos de
liberación negra tenían lazos y recibían armas y aportes desde la Unión
Soviética, queda totalmente refutada con la llegada al poder de Nelson Mandela,
el primer presidente negro de Sudáfrica, miembro de la Liga de la Juventud, uno
de los principales grupos opositores al apartheid.
Otro
de los argumentos que utilizan los afrikáners en contra de los negros, es que
debido a su atraso tecnológico y social no podían mezclarse con la minoría
blanca, ya que a pesar de que un negro se comporte civilizadamente, seguirá
siendo negro. Este argumento se refuta con solo verificar la historia de
Sudáfrica, los negros poseían las mejores tierras de la zona, los blancos los
expulsaron a los homelands, en donde estaban hacinados y no tenían espacio para
cultivar y realizar algún tipo de trabajo, por lo que caían en el círculo de la
pobreza, una situación creada por la misma implementación del apartheid. “Por
lo general la discriminación racial empobrece y desposee socialmente a los que
la padecen. Les niega el acceso (o el acceso en igualdad de condiciones) a la
tierra, al empleo, a la educación, a los servicios de salud y de planificación familiar,
y a la vivienda. La pobreza y la marginación social se citan como prueba para
confirmar y justificar los prejuicios raciales y las prácticas discriminatorias
del grupo dominante. Los índices de delincuencia, mala salud, analfabetismo, prostitución,
etc., se presentan como pruebas de que el grupo minoritario es menos capaz, o
es el responsable de su propia situación. El uso de este “ciclo de
reafirmación” no se limita a un tipo particular de sociedades. El racismo y la
discriminación racial se presentan como problemas sociales tanto en los
parlamentos y medios de comunicación de los países industrializados como en los
parlamentos y medios de comunicación de los países en desarrollo o los países
pobres.[26]”
Existía
población blanca que estaba al tanto de la situación, y utilizaba el apartheid
para sacar provecho económico, por lo que no estaba interesada en cambiar el
sistema social, al contrario lo defendía y utilizaba al racismo como excusa
para sus propios intereses. “En Sudáfrica, el apartheid impuso una red
extraordinariamente compleja de reglas para mantener las distinciones entre la
población del país. La mayoría de la población blanca se identificó claramente
con los valores raciales de aquel sistema y colectivamente se benefició
económicamente de la explotación sistémica de la mayoría negra.[27]”
En los Films Cry Freedom (basada en la novela de Donald
Woods) y
Goodbye Bafana (basada en las memorias de Nelson Mandela de Bob Graham) que
narran la vida de los dos líderes de la época en la lucha contra el Apartheid,
Steve Biko y Nelson Mandela, se da cuenta del cerco informativo que existía en
torno al apartheid, la represión que ejercía el estado contra cualquier forma
de manifestación y la censura no solo a los negros, también a los blancos
opositores.
Los defensores del apartheid justificaban la represión
mediante el miedo al comunismo, y a cualquier acto de subversión lo tildaban de
comunista, por lo que se crearon leyes para acabar con el partido comunista y
encarcelar a cualquier detractor del apartheid.
Otro hecho recurrente en el periodo fue la creencia
firmemente arraigada en los blancos, de que los negros querían su libertad para
expulsarlos de Sudáfrica y ejercer los mismos apremios en contra de ellos. Esta
situación se puede apreciar en ambos films, ya que era muy común que este
argumento fuese utilizado por la minoría blanca para negar el derecho a voto de
los negros.
En junio de 1955 el Congreso Nacional Africano, un grupo
de resistencia al apartheid, formulo un documento conocido como la Carta de la
Libertad, en donde se exponían los puntos reivindicativos de los negros, dicho
documento explicaba las razones de los negros para luchar por sus derechos y
fue duramente censurado por el gobierno de la época.
En dicha carta, se expresan los anhelos de la población
negra, y en ningún punto se aprecia la intensión de expulsar a la población
blanca de Sudáfrica, sino al contrario, la convivencia en paz de ambos grupos,
y la protección del estado en todo ámbito de la vida.
A
pesar de todos los crímenes cometidos en el periodo que duro el apartheid en
Sudáfrica, y del rechazo de la comunidad internacional, seguía habiendo
defensores de este sistema en Sudáfrica, esta situación se explica porque el
racismo influye de tal forma en las personas que éste puede trastocar la forma
de ver la realidad. “La negación del racismo adopta muchas formas. Las
más extremas son la negación de buena fe (“No lo sabía”) y la mentira
descarada, la que niega deliberadamente la verdad mediante falsedades,
desinformación o evasión. Pero, por lo general, la negación se sitúa a medio
camino entre estos extremos. Existe un saber parcial, un saber-sin-saber, un
saber suprimido. Quizá suprimimos la conciencia del racismo, no porque hacerle
frente sea demasiado doloroso, sino porque no nos importa, porque a la mayoría
no nos hiere ni afecta nuestras vidas.[28]”
Esta situación se daba en Sudáfrica y también en el mundo, aun existen
seguidores de corrientes de racismo en África, en América, en Europa y en
general en el mundo, que al participar o negar, sólo hacen que siga existiendo.
La Carta de
la Libertad
Adoptada en
el Congreso del Pueblo, Kliptown, Sudáfrica, el 26 de junio de 1955
Nosotros, el Pueblo de Sudáfrica, declaramos para que todo nuestro país y
el mundo sepan:
Que
Sudáfrica pertenece a todos los que habitamos en ella, negros y blancos, y que
ningún gobierno puede reclamar autoridad con justicia, a menos que esté basado en la
voluntad de todo el pueblo; que una forma de gobierno basada en la injusticia y
la desigualdad ha robado a nuestro pueblo su derecho a la tierra, la libertad y
la paz; que nuestro país nunca será próspero o libre hasta que nuestro pueblo
viva en fraternidad, gozando de iguales derechos y oportunidades; que solamente
un estado democrático, basado en la voluntad de todo el pueblo, puede asegurar
a todos su derecho, sin distinción de color, raza, sexo
o creencia. En consecuencia, nosotros, el pueblo de Sudáfrica, negros y blancos
juntos iguales, gente del país y hermanos, adoptamos esta Carta de la Libertad.
Y nos comprometemos a luchar juntos, no escatimando ni fuerza ni coraje, hasta
que se hayan ganado los cambios democráticos aquí precisados.
¡El Pueblo gobernará!
Cada hombre
y mujer tendrá derecho a votar por y a postularse como candidato a todos los
cuerpos que hagan leyes; todos podrán participar en la administración del país;
los derechos de todos serán iguales, sin importar la raza, color o sexo; los
órganos democráticos de auto-gobierno substituirán a todos los cuerpos,
concejos y autoridades de gobierno de la minoría.
¡Todos los grupos nacionales tendrán iguales derechos!
Todos los
grupos y razas nacionales tendrán el mismo status en los cuerpos del estado, en
las cortes y en las escuelas; toda la gente tendrá igual derecho para utilizar
sus propias lenguas, y para desarrollar su propia cultura y costumbres
populares; todos los grupos nacionales serán protegidos por ley contra insultos
a su raza y a su orgullo nacional; la prédica y la práctica de la
discriminación nacional, racial o de color serán un crimen punible; todas las
leyes y prácticas del apartheid serán abandonadas.
¡El Pueblo compartirá la abundancia del País!
La riqueza
nacional de nuestro país, la herencia de los sudafricanos, será devuelta al
pueblo; la riqueza mineral, los bancos y la industria monopólica será
transferida en su totalidad a la propiedad del Pueblo; el resto de la industria
y del comercio serán controlados para asistir al bienestar del pueblo; toda la
gente tendrá iguales derechos para comerciar donde ella elija, para fabricar y
para participar en todos los comercios, artes y profesiones.
¡La tierra será compartida entre los que la trabajen!
Se eliminará
las restricciones a la propiedad de la tierra sobre una base racial serán
terminadas, y toda la tierra será dividida entre los que la trabajen para
acabar con la hambruna y el hambre de tierra; el estado ayudará a los
campesinos con los instrumentos, la semilla, los tractores y las presas, para
cuidar el suelo y ayudar a la agricultura; la libertad de movimiento será
garantizada a todos los que trabajen en la tierra; todos tendrán derecho de
ocupar tierra dondequiera que elijan; no se robará su ganado a la gente, y las
prisiones de trabajo forzado agrícola serán suprimidas.
¡Todos serán iguales ante la ley!
Nadie será encarcelado, deportado o restringido sin un proceso justo; Nadie
será condenado por la orden de cualquier funcionario del gobierno; las cortes de justicia serán representativas de todo el
pueblo; el encarcelamiento será solamente para los crímenes serios contra las
personas, y tendrá como objetivo la re-educación, no la venganza; la policía y
el ejército estarán abiertos a todos sobre una base igualitaria y serán los
ayudantes y los protectores de la gente; todas las leyes que discriminan por
razones de raza, color o creencia serán derogadas.
¡Todos
gozarán de iguales derechos humanos!
La ley
garantizará a todos su derecho a hablar, a organizarse, a reunirse, a publicar,
a predicar, a adorar y a educar a sus hijos; la privacidad del hogar ante las
redadas policiales será protegida por la ley; todos serán libres de viajar sin
restricciones del campo a la ciudad, de provincia en provincia, y de Sudáfrica
hacia el extranjero; serán abolidas las leyes y permisos de paso, así como
todas las otras leyes que restringen estos derechos.
¡Habrá trabajo y seguridad!
Todos los
que trabajen serán libres de formar sindicatos, elegir a sus dirigentes y
establecer los acuerdos salariales con sus patrones; el Estado reconocerá el
derecho y la obligación de todos de trabajar, y de que se establezcan subsidios
para el desempleo completo; hombres y mujeres de todas las razas recibirán
igual salario para igual trabajo; habrá una semana de trabajo de cuarenta
horas, un salario mínimo nacional, licencia anual paga, usó de licencia por
enfermedad para todos los trabajadores, y licencia por maternidad con paga
completa para todas las madres trabajadoras; los mineros, los trabajadores
domésticos, los trabajadores rurales y los empleados públicos tendrán los
mismos derechos que todos los otros trabajadores; el trabajo infantil, el
trabajo por conjunto familiar y el trabajo por contrato serán suprimidos.
¡Las puertas del aprendizaje y de la cultura se abrirán!
El gobierno
descubrirá, desarrollará y animará el talento nacional para el realce de
nuestra vida cultural; todos los tesoros culturales de la humanidad estarán
abiertos a todos, por el intercambio libre de libros, de ideas y el contacto
con otras tierras; la finalidad de la educación será enseñar la juventud a amar
su pueblo y su cultura, para honrar la fraternidad humana, la libertad y la
paz; la educación será libre, obligatoria, universal e igual para todos los
niños; la Educación Superior y el entrenamiento técnico estarán abiertos a
todos por medio de estipendios y becas estatales concedidas en base al mérito;
el analfabetismo adulto terminará a través de un plan masivo de educación
estatal; los profesores tendrán todas los derechos de otros ciudadanos; la
división por color en la vida cultural, en el deporte y en la educación será
suprimida.
¡Habrá casas, seguridad y confort!
Toda la
gente tendrá derecho a vivir donde elija, a tener viviendas decentes, y a
brindar a sus familias comodidad y seguridad; el espacio habitacional sin uso
se pondrá a disposición la gente; se bajarán los alquileres y los precios serán
bajados, el alimento será abundante y nadie estará hambriento; el Estado pondrá
en funcionamiento un esquema de prevención en salud; se proveerá asistencia
médica y hospitalización libre para todos, con especial atención para las
madres y los niños pequeños; los tugurios serán demolidos, y los suburbios
nuevos serán construidos donde todos tengan transporte, calles, luz, espacios
de recreación, guarderías y centros sociales; el estado cuidará a la gente de
edad, a los huérfanos, a los lisiados y a los enfermos; el descanso, el ocio y
la recreación serán el derecho de todos: las localizaciones cercadas y los
ghettos serán suprimidos, y los leyes que separan a las familias serán
derogadas.
¡Habrá paz y amistad!
Sudáfrica
será un estado completamente independiente que respetará los derechos y la
soberanía de todas las naciones; Sudáfrica se esforzará mantener paz del mundo
y la resolución de todas las disputas internacionales mediante la negociación –
no la guerra; la paz y la amistad entre todo nuestro pueblo serán aseguradas
manteniendo iguales derechos, oportunidades y estatus; el pueblo de los
protectorados Basutolandia, Bechuanalandia y Swazilandia será libre para
decidir por sí mismos su propio futuro; se reconocerá el derecho de todos los
pueblos de África a la independencia y al auto-gobierno, y ello será la base de
estrecha cooperación.
Dejemos que
toda la gente que ame a su pueblo y a su país digan ahora dice, como decimos
aquí:
POR ESTOS DERECHOS LUCHAREMOS, LADO A LADO, A TRAVÉS DE NUESTRAS VIDAS,
HASTA QUE HAYAMOS GANADO NUESTRA LIBERTAD
Steve Biko, escribía “leer la historia de los negros de
este país produce desolación. Su historia se presenta simplemente como una
larga sucesión de derrotas. Los xhosa eran ladrones que hacían la guerra para
robar las propiedades. Los bóers nunca provocaron a los xhosa sino que
simplemente realizaron ‘expediciones punitivas’ para dar una lección a los
ladrones (…) grandes forjadores de naciones como Chaka resultan ser tiranos
crueles que atacaban frecuentemente a las tribus menores sin más razón que
alguna finalidad sádica. No solo la historia que se nos enseña carece de toda
objetividad, sino que la deformación de los hechos es tal que repugna incluso
al estudiante menos informado. Si queremos ayudarnos mutuamente para despertar
nuestra conciencia negra, debemos reescribir nuestra historia y presentar en
ella a los héroes que constituyeron el núcleo de nuestra resistencia contra los
invasores blancos (…) Seriamos muy ingenuos si esperáramos que nuestros
conquistadores escribieran una historia imparcial sobre nosotros. Tenemos que
destruir el mito que nuestra historia comienza en 1652.[29]”
El mito de la historia de todos los sudafricanos, que comienza en el año 1652 es
sólo la historia de los afrikaners que forman menos del 10% de la población.
Conclusión
El racismo es un problema histórico, unido a la historia
de la humanidad, que se basa en la supuesta superioridad de una raza sobre
otra, que con el paso del tiempo no se ha logrado erradicar, y al contrario se
ha hecho más común de lo habitual.
En la actualidad somos testigos de diversos conflictos
debidos al racismo, las crisis en medio oriente, las guerras en África, la
segregación de la población pobre en las periferias de las ciudades, el
problema de los inmigrantes en Europa, etc.
Lejos
de desaparecer, el racismo ha cobrado más fuerza, y hoy lo podemos ver incluso
en nuestro país, con el nacionalismo que aflora por las demandas limítrofes de
los países vecinos, en donde se exalta la nacionalidad y se recurren a viejas y
refutadas teorías biológicas de las razas.
“Por
naturaleza, el individuo se identifica con referencia al grupo al que
pertenece. Piensa más bien como “familia” y “nosotros”, y aprende a ver a los
demás como extranjeros, forasteros, invitados o enemigos. Pero, de
enorgullecerse de los logros de “nuestra” nación, clan o equipo de fútbol, a
considerar a los demás como contrarios no hay más que un simple paso, y apenas
otro paso más lleva a considerar a otros grupos y a sus miembros como menos
merecedores, inferiores, menos humanos, no verdaderamente humanos. Cuando se
llega a este punto, la proyección de un sentido natural de identidad para
excluir a otros y negarles su humanidad pasa a ser patológica.[30]”
Es
aquí cuando surge el racismo, y todo el aparato jurídico y político para
mantenerlo, como surgió en Alemania nazi y como también imito Sudáfrica con el
Apartheid. Ambos regímenes tienen similitudes, ambos manipularon la historia para
justificar el racismo, y ambos se basaron en teorías biológicas para demostrar
su superioridad. Además los dos crearon e institucionalizaron una forma de
apartheid, los nazis con los ghettos y luego los campos de concentración y los
afrikáners con la segregación en los homelands de los negros.
En Sudáfrica,
en febrero de 1990 el gobierno liberó a Nelson Mandela después de veintiocho
años de prisión, levanto las sanciones contra los opositores al apartheid, y
legalizo el Congreso Nacional Africano.
A pesar
de que Sudáfrica formaba parte de la Organización de Naciones Unidas, siempre
apelo al artículo 2 párrafo 7 de la carta de la ONU, que establece la no
intervención en los problemas internos de los estados miembros, por lo que
nunca se pudo intervenir en su situación interna, dejando desamparados a la
población negra.
Resulta
un tanto paradójico que la ONU haya respetado este punto, siendo que en los
últimos años uno de sus países más influyentes, Estados Unidos, ha intervenido
en varios conflictos internos de otros países, por lo que también se puede
entender que en realidad la comunidad internacional si bien condenaba el
apartheid, también tenía intereses creados en la zona, si realmente querían
acabar con la segregación, podrían haberlo hecho mucho antes.
Con
la llegada al poder de Nelson Mandela, una de las primeras medidas fue la
creación de la Comisión
para la Verdad y la Reconciliación, basada en la vieja tradición sudafricana de
Ubuntu. Es en
este periodo cuando cobra importancia la tradición africana
llamada Ubuntu. La palabra “ubuntu” es de origen zulú y xhosa, significa a
grandes rasgos “humanidad”, “sentido comunitario” y también se entiende como un
“lazo universal” que vincula a todos los seres humanos. La traducción literal
de Ubuntu es: "Yo soy porque ustedes son”. Partiendo de la definición de
Ubuntu, el que comete un “crimen” se aparta de la “humanidad”, o sea deja de
ser humano. Pero al mismo tiempo esa acción tiene un efecto en todos los seres
humanos. Por lo tanto la única forma de “restablecer el equilibrio” es
“humanizar” al “perpetrador”.
Esta comisión permitió que se esclarecieran muchas
desapariciones, en ella se confrontaban ambas partes, la víctima y el
perpetrador, donde este último solicitaba el perdón de la víctima, reconociendo
el daño causado, así se restablecía el equilibrio.
“La
persona que es objeto de racismo experimenta los sentimientos más profundos de
ofensa, humillación, vergüenza y dolor. El racismo es la negación de su derecho
a ser considerada totalmente humana. En este sentido, las personas que padecen
racismo son las que mejor situadas están para decidir si un comportamiento o
lenguaje es racista o no lo es. Las normas y las leyes para resolver la
discriminación racial que no reflejen la experiencia de las víctimas no serán
apropiadas ni efectivas.[31]”
Si bien
se logró suprimir el apartheid, los problemas en Sudáfrica continúan, aún queda
la ideología racista arraigada en parte de la población blanca, y aunque se han
dado pasos, falta mucho camino para lograr la verdadera igualdad.
Bibliografía
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[1] Mateos Martín, Oscar. África, el Continente Maltratado, Guerra,
Expolio e Intervención Internacional en el África Negra. Publicado en el nº 137 de los Cuadernos de
Cristianisme i Justicia. Barcelona,
2005.
[2] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del
Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp.
231-240.
[3] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del
Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp.
231-240.
[4] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del
Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp.
231-240.
[5] Bissio, Beatriz. Sudáfrica: La crisis del
Apartheid. Revista Nueva Sociedad nro. 31-32, julio- octubre 1977, pp.
231-240.
[6] Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Madrid, España,
2012.
[7] Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Madrid,
España, 2012.
[8] Max, Alphonse.
Sudáfrica ¿Problema racial, o estratégico? Edición Ecler, conjuntamente con el
Instituto de Estudios Internacionales. Montevideo, Uruguay, 1986. Pág. 31
[9] Mandela Nelson. La Lucha es mi Vida. Ediciones 29. Barcelona,
1988. Pág.31
[10] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y
Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 25
[11] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y
Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 26
[12] Raoul, Marion. Declaración
Universal de Derechos Humanos y Realidades Surafricanas. Editorial Serval y
Unesco. Barcelona, 1984. Pág. 14
[13] Calvocoressi, Peter. Historia Política del Mundo Contemporáneo.
Ediciones Akal. Madrid España, 1999. pág.613-614
[14] Bartlett,
Vernon. La Lucha por África. Editorial del Pacifico. Santiago, Pág 49
[15] Cornevin,
Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO.
Vendome, 1980. Pág.30
[16] Cornevin,
Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO.
Vendome, 1980. Pág.
31
[17] De Beer, Z. J. Sudáfrica y el problema de las
razas. Editorial Universitaria. Buenos Aires, 1963. Pág. 22
[18] Cornevin, Marianne.
Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome,
1980. Pág. 36
[19] Cornevin,
Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO.
Vendome, 1980. Pág.
53
[20] Cornevin,
Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO.
Vendome, 1980. Pág.
12
[21] Cornevin,
Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO.
Vendome, 1980. Pág.
53
[22] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y
Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 80
[23] Amenós, Carrére y Martínez, José María, Gustavo y Carmen. Política
y Apartheid III. El contexto histórico de la esclavitud y el
racismo en la República de Sudáfrica. Fundación Psicología y Cristianismo. c/
Museo, núm. 26, Barcelona.
[24] Cornevin, Marianne. Apartheid: Poder y
Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO. Vendome, 1980. Pág. 108
[25] Max, Alphonse. Sudáfrica ¿Problema racial, o
estratégico? Edición Ecler, conjuntamente con el Instituto de Estudios
Internacionales. Montevideo, Uruguay, 1986. Pág. 59
[26] Consejo
Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix,
Suiza, 2000. Pág.
12 y 13
[27] Consejo
Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix,
Suiza, 2000. Pág. 18
[28] Consejo Internacional para Estudios
de Derechos Humanos.La
persistencia y mutación del racismo. Versoix, Suiza, 2000. Pág. 6
[29] Cornevin,
Marianne. Apartheid: Poder y Falsificación de la Historia. Editorial UNESCO.
Vendome, 1980. Pág.136
[30] Consejo
Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix,
Suiza, 2000. Pág. 3
[31] Consejo
Internacional para Estudios de Derechos Humanos.La persistencia y mutación del racismo. Versoix,
Suiza, 2000. Pág. 3