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martes, 24 de noviembre de 2009
Chicas Anime
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sábado, 24 de octubre de 2009
Tipo de personalidad: 6 el Leal
"Hemos llamado leal a este tipo de personalidad porque, de todos ellos, los Seis son los más leales a sus amigos y fieles a sus creencias. Se hundirán con el barco y perseverarán en las relaciones de todas clases mucho más tiempo que la mayoría de los otros tipos. También son leales a ideas, sistemas y credos, incluso a la creencia de que hay que poner en duda o desafiar toda idea o autoridad. En realidad, no todos los Seis se llevan bien con las cosas como están; sus ideas podrían ser rebeldes y antiautoritaristas e incluso revolucionarias. En todo caso, van a luchar por sus creencias con más fiereza con la que luchan por sí mismos, y defenderán su comunidad o familia con más tenacidad que con la que se defienden ellos.
El motivo de que sean tan leales es que no desean ser abandonados ni quedar sin apoyo (su miedo básico). Así, el problema principal para el tipo Seis es la falta de seguridad o confianza en sí mismo. Llegan a creer que no poseen los recursos internos para hacer frente solos a los desafíos y caprichos de la vida, por lo cual, para orientarse, dependen cada vez más de estructuras, aliados, creencias y apoyos exteriores. Si no existen las estructuras convenientes, contribuyen a crearlas y mantenerlas.
El Seis es el primer tipo de la tríada del pensamiento, lo cual significa que estas personas tienen la mayor dificultad para conectar con su orientación interior; en consecuencia, no se fían de sus mentes ni juicios. Esto no significa que no piensen; por el contrario, piensan, y se preocupan, ¡muchísimo! También temen tomar decisiones importantes, aunque al mismo tiempo se resisten a que otra persona las tome por ellos. Desean evitar que las controlen, pero también temen asumir responsabilidades que pudieran colocarlas en la línea de fuego. (El viejo adagio japonés, «La hoja de hierba que crece demasiado alta la cortan», alude a esta idea.)
Los Seis son conscientes de sus ansiedades en todo momento, y siempre buscan maneras de construirse baluartes de «seguridad social» para protegerse de ellas. Si se creen con respaldo suficiente son capaces de avanzar con cierto grado de confianza; pero si el respaldo se desmorona, la ansiedad y las dudas los invaden y se reactiva su miedo básico. Una buena pregunta para este tipo podría ser, por lo tanto: «¿Cuándo voy a saber si tengo suficiente seguridad?», o, si vamos al fondo: «¿Qué es la seguridad?». Sin la orientación interior esencial y la profunda percepción de apoyo que da, los Seis están en un eterno esfuerzo por encontrar terreno firme.
Tratan de formarse una red de personas de confianza sobre un fondo de inestabilidad y miedo; suele invadirles una ansiedad indecible y luego intentan encontrar o inventarse motivos que la expliquen. Con el deseo de que haya algo sólido y bien definido en sus vidas, podrían aferrarse a explicaciones o posturas que creen que justifican su situación. Dado que les cuesta «creer» (confiar, tener fe, convicciones, posturas), y dado que eso es tan importante para su estabilidad, una vez que establecen una creencia fiable no la ponen en duda fácilmente ni desean que lo hagan otros. Lo mismo vale para las personas que forman parte de sus vidas: cuando logran confiar en alguien, hacen todo lo posible por mantener la relación con esa persona, que actúa a modo de medida de eficiencia, memora o reguladora de sus reacciones emocionales y de su comportamiento; por lo tanto, hacen todo lo que está en su poder para mantener esa afiliación.
Mientras no conectan con su orientación interior, los Seis son como una pelota de ping-pong que va de un lado a otro según la fuerza de las influencias que lo alcanzan en un momento dado. Dada esta reactividad, digamos lo que digamos sobre los Seis, también suele ser cierto lo contrario. Son fuertes y débiles, temerosos y valientes, confiados y desconfiados, defensores y provocadores, dulces y amargos, agresivos y pasivos, matones y enclenques, pensadores y realizadores, están a la defensiva y a la ofensiva, en grupo y solos, son creyentes y escépticos, cooperadores y obstaculizadores, tiernos y duros, generosos y mezquinos, etcétera. Su «sello» característico es lo contradictorio, el hecho de que son un manojo de opuestos.
Su mayor problema es que intentan crear seguridad en su entorno sin resolver sus inseguridades emocionales. Pero cuando aprenden a enfrentar sus ansiedades comprenden que si bien el mundo está siempre cambiando y es, por naturaleza, incierto, pueden estar serenos y ser valientes en cualquier circunstancia. Y son capaces de lograr el don mayor de todos, estar en paz consigo mismos pese a las incertidumbres de la vida.
Los Seis sobrellevan la ansiedad buscando seguridad y respaldo en amigos y aliados. Proyectan amistad e intentan crear lazos desarmando a los demás con su simpatía y humor. Suelen burlarse de sí mismos a la vez que ofrecen apoyo y afecto a otros y a veces se los podría confundir con el tipo Dos; son los más interesados en encajar. Son bastante idealistas y les gusta sentirse parte de algo más grande que ellos, una causa, una empresa, un movimiento o un grupo, y están dispuestos a hacer sacrificios importantes para asegurar esa afiliación.
A veces también se parecen a los Uno en su adhesión a protocolos y formas. Buscan seguridad mediante compromisos, obligaciones, acuerdos, contratos, un seguro de que nadie se aprovechará de su arduo trabajo. Cuando se sienten más inseguros buscan espacios en los que personas de igual mentalidad o problemas se ayudan mutuamente (grupos de doce pasos).
Aunque son capaces de trabajar muchísimo por los demás o por su grupo, suelen tener dificultad para trabajar por su éxito o desarrollo personal. La ansiedad podría llevarlos a buscar un consenso antes de actuar o tomar decisiones; también puede llevarlos a imaginar las posibles reacciones de los demás. Pero esa irresolución les molesta y les produce sentimientos ambivalentes respecto a la dependencia de aliados o autoridades. Temen perder el apoyo del grupo o la autoridad, y eso los irrita. Cuando se sienten frustrados y tienen en ocasiones problemas de pasividad-agresividad con autoridades y amigos. Cuando están estresados, es fácil que se sientan presionados, explotados o subvalorados; en esas ocasiones tienden a ser negativos y pesimistas.
A diferencia de los tipos que reprimen su miedos y ansiedades (o al menos se apartan de ellos), los Seis dan la impresión de ser siempre conscientes de ellos. A veces los temores les producen energía, pero con mayor frecuencia los confunden, desconciertan y ponen nerviosos. Sin embargo, es posible que por fuera no parezcan nerviosos porque la mayor parte de la ansiedad va por dentro.
Los Seis aprenden a arreglárselas con el miedo o bien reaccionando con él o en contra de él. Algunos se expresan con más agresividad mientras otros son más tímidos. Esto no quiere decir que haya dos clases de Seis, sino que algunos se expresan de un modo antifóbico con más frecuencia que otros y que tal vez gran parte de eso proviene de mensajes del superyó aprendidos en la infancia. A algunos Seis se les enseñó que debían ser resistentes, y descubrieron que eran capaces de protegerse siendo agresivos hasta cierto punto; otros aprendieron a evitar los problemas y a ofrecer la otra mejilla.
Los Seis desean sentirse apoyados, no «engullidos» por los demás; se sienten incómodos cuando alguien comienza a abrumarlos con demasiada atención o intimidad; les gusta guardar las distancias, pero sabiendo que pueden contar con los demás.
En general, tienden a desconfiar de la autoridad mientras no estén seguros de que la autoridad es benévola y «sabe de qué habla». Pero cuando creen haber encontrado una «buena» autoridad, se identifican mucho con ella e interiorizan sus valores y enseñanzas. Pero nunca están convencidos del todo: albergan persistentes dudas, y para acallarlas expresan sus opiniones con más energía.
A los Seis les desagrada tener demasiadas opciones; se sienten más seguros en situaciones en que los procedimientos, las directrices y las normas están bien definidos, por ejemplo las profesiones de leyes, contabilidad o académicas. Sin embargo, cuando lo que se les exige está claro pueden ser muy eficientes en la creación de estructura y organización; suelen trabajar de jefes de grupos o empresas que se rigen por consenso. Pero dada su desconfianza de la autoridad, no todos los Seis se sienten a gusto en organizaciones.
Los Seis encuentran mucha flexibilidad y creatividad dentro de la seguridad de límites conocidos; para ellos no es más restrictivo seguir las reglas de una organización que jugar al tenis con la red puesta o leer un libro comenzando por el principio. Por lo que a ellos respecta, las cosas tienen un orden natural, y normalmente están conformes en trabajar dentro de él, siempre que también tengan la opción de ajustarse a él o no (es posible que nunca tomen esa opción, pero de todos modos desean saber que la tienen). Incluso a artistas, escritores, terapeutas y otras personas creativas de tipo Seis les gusta trabajar con formas establecidas (blues, country, sonatas, verso haiku) y encuentran libertad dentro de esas estructuras.
Se sienten más seguros cuando tienen cierta idea de lo que pueden esperar, de modo que les disgustan los cambios repentinos. Tener una cierta capacidad fiable de prever calma sus ansiosas mentes.
Dado que se sienten sin apoyo, los Seis desarrollan una extraordinaria sensibilidad a las señales de peligro. Esta es mayor aún si se criaron en un ambiente inestable o inseguro, o si sufrieron algún tipo de trauma. Si bien este tipo de percepción es una ventaja y puede salvar la vida a una persona, muchos Seis continúan superalertas y supervigilantes incluso cuando no hay ningún peligro. Nunca pueden relajarse, nunca se sienten a salvo. Mueven los ojos nerviosos, escudriñando su entorno en busca de amenazas o posibles problemas. (Muchos han dicho que se fijan dónde está la salida en cualquier habitación o sala que estén y qué hay entre ellos y la salida.) Esta relación con el mundo es muy estresante y con el tiempo podría incluso cambiar la química cerebral. Además, comienza a influir en la imaginación, lo cual produce una constante expectación de contratiempo o peligro.
Como hemos visto, los Seis invierten constantemente su tiempo y su energía en «sistemas de seguridad». Cuando su estrés aumenta hasta el punto de superar su capacidad normal para soportarlo, podrían pasar al Tres y volverse aún más activos y tal vez adictos al trabajo. Igual que los Tres, los Seis pueden resultar competitivos, aunque normalmente identificándose con grupos o ideologías (un equipo de fútbol, su empresa, el colegio, la nacionalidad o la religión).
Los Seis sanos están dotados de una inmensa resistencia, y logran sus objetivos mediante esfuerzos diligentes y constantes. Menos relumbrones que algunos de los otros tipos, son seguidores del adagio «El éxito es un 10 por ciento de inspiración y un 90 por ciento de transpiración». Prestan esmerada atención a los detalles y tienden a abordar los problemas con método y detenimiento. Organizan sus recursos, dan orden de prioridad a las tareas y llevan a término sus proyectos, pensando que su valía personal está en su formalidad y en la calidad del trabajo que producen. Los Seis muy funcionales respetan la formalidad y el trabajo bien hecho, y hacen lo posible por ofrecerlos.
Dadas la vigilancia y la sensibilidad subyacentes a las señales de peligro, también prevén los problemas y son capaces de «atajarlos». Son apagafuegos naturales y suelen ahorrarse y ahorrar a sus familias o empresas muchos dolores de cabeza al detectar irregularidades y posibles problemas. Les gusta prever las cosas para que su mundo funcione con los menos problemas posibles.
Les gusta aprender y pensar en las cosas, pero dentro de categorías conocidas y conocibles. Les atraen los sistemas independientes, por ejemplo las leyes, la contabilidad, la ingeniería, los idiomas y las ciencias, que proporcionan respuestas definitivas. Por lo tanto, tienden a ser excelentes en trabajos que requieren un minucioso análisis y la capacidad de reconocer las variables. Su diligencia puede hacerlos detectar discrepancias en los sistemas, problemas posibles o inexactitudes o contradicciones en las afirmaciones de los demás. El mundo académico, por ejemplo, apoya muchos de los valores del tipo Seis: observancia de una buena estructura y de las formas, referencia a autoridades mediante citas y notas a pie de página, análisis concienzudo y modo de pensar sistemático.
Destacan en la capacidad para trabajar por un bien común sin necesidad de brillar; preguntan qué es necesario hacer y lo hacen, sintiéndose parte de algo que trasciende sus intereses personales. Nos enseñan todo respecto a los beneficios y alegrías del compromiso, la cooperación y el servicio. Los Seis sanos son grandes partidarios del viejo dicho de que las personas que actúan con una finalidad común pueden realizar más que cualquiera que actúe sola, sobre todo en situaciones en que es necesario unirse para sobrevivir: producir alimentos o ropa, construir una casa, mejorar la comunidad o las condiciones laborales o defender una ciudad o un país.
Si bien los Seis muy funcionales son muy leales y comprometidos con los demás, también están comprometidos a conocerse mejor a sí mismos; hacerlo suelen descubrir dones abundantes e insospechados para la creatividad y autoexpresión".
sábado, 17 de octubre de 2009
Sobre política...
Crecí con canciones de Silvio, Illapu, Inti Illimani y Víctor Jara, mi papá es de izquierda y desde chica que me inculco la conciencia social, la preocupación por mi entorno y el nunca traicionar mis ideales, creo que por su culpa hoy soy una loca detallista y exigente… como sea, en mi adolescencia el tema de la política no se trataba mucho, y cuando llegue a
Con el tiempo me acostumbre y me fui dando cuenta que las generaciones que alcanzaron a vivir en dictadura tenían bastante clara la película, tienen una postura hacia la política, y reafirmo eso al conocer a las generaciones posteriores.
Por ese desencanto que tengo hacia el sistema de gobierno de este país, el estado y la clase política en general, con la cual nunca me he sentido identificada y menos conforme con la organización de este país, no había ejercido mi derecho a voto, y recién a mis 24 años me inscribí en los registros electorales y no porque crea en el sistema… pero algún día los nulos seremos más y quizás se logre algo…
sábado, 3 de octubre de 2009
Se puede vivir sin televisión?
Creo que la fobia a la televisión proviene de la universidad, cuando estudiaba periodismo, en ese tiempo no tenia Internet y tenia que mantenerme informada de lo que sucedía, y comprar el diario todos lo días cuando eres universitario me hubiese dejado en la quiebra antes de los 20 años…
Debido a mi carrera, y en parte al enfoque que le da
Hoy puedo decir que no veo televisión, tampoco los noticiarios, para estar informada no necesito tragarme los 70 segundos de noticias internacionales o la media hora de crónica roja, o el bloque del segmento deportivo. Si quiero saber algo solamente voy a google news, twitter o algún medio en específico.
Además hasta cierto punto encuentro insólito y estúpido que las personas organicen sus vidas de acuerdo a la programación, que la novela a las 8, que
La televisión no solamente entretiene e informa como muchos creen, también marca tendencias y modas, su influencia marca estereotipos sociales, físicos y culturales.
La televisión es una industria cultural, que pretende mostrarnos una parte de la realidad para legitimar el sistema que impera hoy en nuestro país. ¿Por que los jóvenes no se interesan en discutir de la calidad de la educación, de la distribución de ingresos, de la pobreza, o de la política en general?, porque están pegados en la cajita viendo programas banales como 1910, pelotón, yingo y cuanta tontera con reggaeton haya, donde no se ven estos temas y por ende no existen… ¿Por qué no se discuten temas de fondo como la educación o la salud de este país? Porque la gente se pega al televisor a las 10 de la noche para saber quién cresta mató a
Existiendo páginas de películas y series on line, para que alguien necesitaría la televisión??
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Punto de vista del matrimonio
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Desde que era pequeña, nunca he estado de acuerdo con casarme, al contrario la sola idea de verme con un vestido de novia entrando a una iglesia iba contra todo lo que pensaba. Me cerré a esa posibilidad, siempre creí que las personas se casaban porque la naturaleza del ser humano era luchar contra la soledad. Pero en este ultimo tiempo, con 24 años encima y con un proceso de maduración a cuestas, veo las cosas un poco diferentes, aunque sigue siendo una visión bastante ideal e ingenua. Ya no me cierro a la posibilidad de casarme algún día, y creo que si lo llegara a hacer no seria por un compromiso social contra la soledad, seria porque realmente esa persona lo representa todo para mi, como dicen los románticos lo amaría hasta el ultimo suspiro de mi vida y no me imaginaria una vida sin el, esa seria la única forma de que me llegara a casar algún día.
Por ahora no me apuro, todavía me queda mucho por vivir sola, y cuando llegue el momento espero estar preparada. El amor no es perfección, el amor es solo amor...
sábado, 22 de agosto de 2009
lunes, 10 de agosto de 2009
Cosas que odio...
sábado, 1 de agosto de 2009
Cosas por las cuales vale la pena vivir...
Para mí algunas de las cosas por las cuales vale la pena vivir son:
- Las personas que te hacen reír todo el tiempo... siempre recuerdo las clases de periodismo y las risas que provocaba carlitos, en ripley la Leslie y sus locuras siempre me subían el ánimo, y en el colegio alvarito y juano siempre me hacían reír…
- Las juntas con mis amigas Gaby y Paty comiendo sólo comida que engorda!! Entre papas fritas, completos, bebidas, empanadas, capuchinos, tortas, kuchenes… es que nos encanta comer!!
- Ir al cine, sobretodo ver una película buena, o de las cuales soy fanática... sobre todo cuando son estrenos que he esperado hace tiempo.
- Ver en vivo a mis grupos favoritos, saltar, cantar y vibrar con su música...
- Comer chocolate!! Todos los días!!
- Carretear con mis amigos de Temuco (vejis, muñe, pablo, rikelme) en sus casas o en los locales del centro, y después su bajón en San Martín comiendo papitas fritas…
- Tomar tequila... (omito comentarios)
- Leer un libro tan bueno que la ansiedad me mata por saber el final...
- Los almuerzos familiares con mis padrinos y mis primos que se prolongan hasta la noche... risas, tallas y anécdotas muy entretenidas…
- Ir a comer Pizzas o chorrillanas XL con mis amigos de la U... (mauricio, rafa y jairo) abusamos de los cheques del rafa…
- Ver series de anime en el living de mi casa con mi hermano chico... y cuando se puede hacer el ritual, que por lo general se da con mi hermano grande… él es el del $$$.
- Los días domingos de shopping y almuerzo en el portal de Temuco con mi hermano grande... que manera de comer y comprar!!
- Nuestras largas caminatas recorriendo la playa con mi papá... eran dos horas de caminar en la arena contemplando tranquilidad…
- Las salidas con mi mamá, a veces de compras otras sólo por salir... trabaja mucho y hay que aprovechar todos los momentos libres…
- Las juntas con mis compañeros de la media, recordando las locuras de esos años...
- Sacarme una buena nota en la U cuando estudio más que la cresta...
- Comer sopaipillas con pebre en invierno recién echas por mi mamá... sobre todo con una buena cazuela de acompañamiento.
viernes, 24 de julio de 2009
La Tregua...
Me gusto.
Será porque el protagonista me recuerda a mi padre... cincuentón, viudo, con tres hijos... preso en la rutina y en una vida que quizás no eran lo que esperaban...
El final me dejo marcando ocupado, aunque quizás, a todos los que la leen los deje así... tiene esa nostalgia, esa impotencia de que muchas veces las cosas suceden de la nada y no podemos hacer nada para detenerlas y evitar sus consecuencias.“Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.”
"Desde mañana y hasta el día de mi muerte, el tiempo estará a mis órdenes"
lunes, 13 de julio de 2009
Poema 18
Andan días iguales persiguiéndose.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Aquí te amo.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
viernes, 10 de julio de 2009
Palabras Mudas
Yo sé lo que es ahogarse. A duras penas consigo mantenerme a flote. Todos los días mido el nivel del agua y a veces tengo que llevar tacones sólo para poder mantener mi cabeza por encima de la inundación.
Nunca me sentiré cómoda con nadie. Nadie jamás querrá estar conmigo Nunca tendré una pareja, porque no resulto cómoda. No soy un consuelo. No soy una almohada blanda. No soy dada a hablar. Rara vez me atrevo a coger el telefono. No soy de fiar, ni consecuente. Tengo arranques de cólera, rachas de melancolía, soy oscura, introvertida. Soy propensa a escuchar palabras capaces de catapultarme al espacio convirtiendome en una impredecible invitada a cenar. Digo si cuando quiero decir no, y no tengo ni si quiera la intencion de hacerlo. No lucho, no me enfado, sino que me congelo, vuelo o nado. No hablo y a veces en idiomas desconocidos. Me olvido de las personas. Sostengo largas conversaciones con personas que creen que estoy profundamente inmersa en el dialogo, pero mientras tanto, estoy cavando un agujero en alguna cueva, en algun lugar, y descubriendo el fuego mientras ellas hablan. Nadie puede estar nunca seguro. Yo no puedo estar nunca segura. Estoy enamorada ahora mismo, en esta habitación, pero no sé donde estaré cuando esté en la próxima habitación. Tengo un país Tengo una casa. Tengo un terapeuta y a mi mejor amiga pero siento como si todo lo que tuviera fuera un incomodo sofá cama debajo de mí y un corazón que se esta rompiendo en las manos de un hombre que me ama. El se siente comodo. Yo no.
Palabras Mudas
Camila Gibb
miércoles, 8 de julio de 2009
Canciones con onda...
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Hay otro tipo de canciones que son especiales para cortarse las venas, y en momentos en los que estoy bien, mi reproductor justo las reproduce y provocan el efecto no tan deseado de la nostalgia... no se cual será el gusto de tener discografías enteras, como una especie de oda u homenaje a los momentos tristes... lo único cierto es que hay momentos en los que necesito confirmar que me estoy hundiendo y cayendo en lo más profundo del abismo y no hay nada mejor que reafirmar esto con esas canciones... será que en esos momentos salen a flote todas mis tendencias depresivas-suicidas y auto dañinas...
Hay otras ocasiones en las que me siento en lo más alto del mundo, con muy buen animo, viendo el mundo de colores y con mi ego a punto de escapar de mi cuerpo, en esos momentos siempre hay canciones que respaldan mi sentir... aunque a veces se me va la mano... muchas veces voy con los audífonos puestos y no soy consciente que alrededor mío hay mas gente y se me escapan mis peculiares cantos... muchas veces me ha pasado que voy en el ascensor y justo para cuando estoy en el coro se abren las puertas... plop...
Lo mejor es cuando el ánimo se contagia y con toda libertad puedes bailar en la casa... sobre todo en la mañana mientras hago las labores del hogar...
sábado, 16 de mayo de 2009
Los libros de mi vida
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Los libros al igual que mis otras aficiones como la música, el cine y el anime, me trasladan a lugares lejanos, me ayudan a olvidar malos momentos, potencian mi imaginación y creatividad, cosas que uno va perdiendo mientras va creciendo. Además los libros me animan a seguir persiguiendo mis sueños y a seguir luchando por ellos.
-Cuando se acaba tu libro y te cuesta un mundo despedirte de un personaje y de una historia que te ha dejado huella.
-Cuando estás leyendo durante horas y horas y se hace de noche o empieza a llover y tú ni te das cuenta.
-Cuando no soportas la intriga de alguna historia y como quien no quiere la cosa, adelantas 200 páginas y lees algún párrafo para ver qué va a pasar.
-Cuando hay un pasaje tan bien escrito y que te emociona tanto, que tienes que leerlo 3 veces más para exprimirlo como una naranja.
-Cuando descubres cosas en tus viejos libros (una dedicatoria, una entrada de cine vieja, una hoja...)
-Llorar a moco tendido algunas veces.
Los must to do lector
-Los libros nunca se prestan. No los volverás a ver.
-Huye de los best-sellers. Te atrofiarán el gusto literario y luego no podrás leer nada serio o que tenga una mínima descripción. En general, no compres nada que pueda estar en un kiosko de aeropuerto o estación de tren.
-Los libros que no te gusten, no los termines. Hay tantos, que mejor no perder el tiempo...
-Los libreros están para algo. Ellos son los que más saben así que no hay que tener miedo en preguntar y dejarse aconsejar.
-Empieza por los clásicos. De ellos copian todos.
-Cuando regales libros, dedícalos siempre
-Siempre ponles la fecha en la que los compraste y fírmalos, así evitas que te los manguen.
-Nunca es tarde para empezar a leer.
Mis recomendaciones... o mi lista favorita 1.- El Alquimista: Aunque a muchos no les guste este libro, fue el 1º que leí de Coelho y dejo una huella, perseguir mis sueños aunque sean muy locos. La enseñanza espiritual que me dejó siempre la llevo conmigo.